sábado, 30 de julio de 2011

Típico Relato Post-Apocalíptico Zombie Pt-10

Esto es provocado por noches de aburrimiento... Perdón por las molestias y espero no cansarles..

Capitulo 10º: Llegando tarde…

  Y se reforzó la puerta, tras Sam y Raúl. Solo se reforzó un poco, lo suficiente para aguantar los tirones de esos seres hasta que volvieran Sam, Raúl, Steve y Michael. Hubo un silencio en el bar.  De repente se oyen toques en la puerta muy rápidos. Mientras se oye la voz de Raúl detrás de ella. Chris quitó los pocos refuerzos que había puesto y abrió.
 - Hemos olvidado el teléfono para avisar a esos dos- Dice Sam metiendo la cabeza en medio de Raúl- Obviamente lo necesitamos para comunicarnos con ellos una vez allí
 - Recordad que tenéis que volver aquí con ellos- Les recuerda Ricardo
 - Sí, señor, mi señor- Le contesta Sam haciendo un saludo militar
 Y se vuelve a cerrar y reforzar la puerta detrás de ellos.

 Fuera, en la calle. Apenas habían de esos seres en las cercanías, y los sesos de los pocos que habían no tardaron en desparramarse por el suelo con los golpes que propinaba Raúl con su flamenco rosa. Sam cargaba la escopeta con los cartuchos que le había dado Ricardo. Tenía seis, dos dentro de la escopeta y cuatro para recargar. Raúl estiraba con el flamenco cogido con las dos manos por la parte de las piernas. Había metido el hacha entre el pantalón y el cinturón, estando así lista para ser usada en cualquier momento. Claramente con eso ahí Raúl no podía correr. Pero según él; No necesitaba correr.

 Justo al otro lado de la calle estaba la tienda de armas de Michael y Steve, de su padre, mejor dicho. La entrada estaba abarrotada de “bichos”. Todos intentando entrar por un agujero hecho en la parte baja de la puerta, así es como entraron los primeros, y así estaban entrando de uno en uno. Raúl iba a ir directo hacia ellos, pero Sam lo paró y se puso el teléfono en la oreja. Le dijo que esperara a que hablara con Steve.
 - ¿Steve?- Pregunta frunciendo el ceño
 - Sí, soy yo- Se oye la voz desde el teléfono- ¿Eres Sam?
 - Exacto, ¿Cómo vais?-
 - Tenemos la suerte de que estamos en una tienda de armas, aunque mi hermano esta herido, pero les estamos dando caña, nosotros estamos en la azotea-
 - ¿Herido? ¿Le han mordido?- Sam mira rápidamente a Raúl
 - Sí, tranquilo, sabemos lo que significa-
 - ¿Tú, como estas?-
 - Yo estoy bien- suspira- pero no sé como saldremos de aquí
 - ¿Hay alguna entrada por la que podamos entrar que no sea la principal?-
 - Sí, hay una puerta trasera que siempre está abierta pero tienes que empujar para afuera  y luego empujar hacia dentro-
 - Vale, te explico- Cambia el teléfono de mano- Vosotros acabad con todos los que podáis. Nosotros entraremos por esa puerta matando a todos los que estén dentro y tapando ese agujeró por el que entran con algún mueble. Luego si quedan en la escalera por la que suben hacia el segundo piso, os ayudaremos a acabar con ellos. Y os llevaremos al bar.
 Se dejan de oír disparos y se oye de fondo un “no”. Era Michael. Devuelta con los disparos.
 - Mi hermano dice que él no irá al bar, ya para él es tarde-
 - Desgraciadamente, macho, él tiene razón-
 - Lo sé…-
 - Vamos para allá- Y termina la llamada
 Sam se guarda el teléfono en el bolsillo y coge la escopeta con las dos manos.
 - Te has enterado, ¿no?- Le pregunta Sam a Raúl
 - Bueno…- Responde dudoso
 - Sígueme-
 Corren hacia el callejón que rodea la tienda, Raúl va dando, como siempre, golpes a todos los monstruos que se encuentra. Sam reserva las balas. Entran al callejón.
 - Busca la puerta. No debe de ser gran cosa, es una puerta trasera-  Le dice Sam a Raúl, mientras este le saca el pico del flamenco del ojo a uno de esos bichos
 - ¿Por qué tengo que ir yo delante?-
 - Bueno, si quieres disparo al primer “bicho” que vea y atraigo a todos los demás hasta el callejón para que nos encierren aquí y nos devoren vivos-
 - ¡Ay, tío! Como te pones- Dice enfurruñado Raúl
 Sam sonríe y deja paso a Raúl que va con el flamenco bien agarrado.
 - El edificio no es muy grande, no debe de ser difícil encontrarla- Le dice Sam desde atrás
 Rodean el edificio. Raúl delante y Sam detrás. No tardaron en encontrar la puerta, como dijo Sam, el edificio no era muy grande, y la puerta no era muy llamativa. Es más estaba muy deteriorada, llena de oxido y aboyada, a saber por qué. Quizás, antes de romper la entrada, los que transitaban por el callejón intentaron derribar esta, de ahí las abolladuras.
 Raúl fue a abrir, justo como Steve había dicho. Agarró el pomo y empezó a tirar hacia fuera. Sam lo paró y le dijo que desde que abriera se apartara y se colocó justo detrás de él. Entonces Raúl abrió la puerta y se apartó. Dos de los monstruos que estaban a punto de subir por la escalera nos vieron abriendo la puerta y corrieron hacia Sam y Raúl. Sam sujeta bien la escopa, apunta a sus cabezas y dispara. Los perdigones destrozaron la cabeza de uno, mandándolo hasta la puerta principal. Y el otro solo se llevo una parte de los perdigones en el hombro, con lo cual siguió corriendo hacia ellos. Entonces Sam esperó hasta tener al “bicho” pegado a la escopeta, literalmente, esperó hasta que su cabeza chocó con los cañones de la escopeta. Y disparó. Con solo estos dos disparos lleno todo de sangre y trozos de cráneos.
 Entran en la tienda cierran la puerta tras ellos. Sam se apoya en ella.
 - ¿Qué dijiste antes de no usarla?- Pregunta Raúl dirigiéndose a la entrada mirando hacia las escaleras para que no le sorprendieran
 - ¡Jo, tío! Es que tenía ganas de usarla- Responde sonriendo y recargando- Encárgate de los que están entrando, debemos salir de aquí con esos dos cuanto antes, los disparos atraerán a más de esos
 - ¿Y tú?-
 - Yo, cuando terminé de recargar me dirigiré hacia la azotea-
 - Ok- Responde acelerando el paso hacia la puerta- Pondré algo detrás de agujero para que no entren más
 - No tardes, recuerda que solo tengo 4 balas ahora-
 Sam termina de cargar, avanza hasta las escaleras con la escopeta. Mientras Raúl ya ha llegado a la puerta, justamente está entrando uno. Cuando este se incorpora y va a atacar a Raúl recibe un golpe perfecto con el pico del flamenco en la mandíbula destrozándole el cuello, y por tanto, cortando así todas las conexiones del cerebro. El ser es arrastrado con la fuerza del golpe hasta una de las estanterías rompiendo así el cristal y llevándose con él el flamenco rosa que a Raúl se le había escapado de las manos siguiendo así la trayectoria del golpe. Fue entonces, mientras el sonido de una escopeta disparando se oía de fondo, cuando Raúl saca el hacha y hace una pose como si fuera un héroe especializado con el hacha.
 - ¡Date prisa!- Se oye la voz de Sam tras un disparo- Me quedan 2 balas…
 - ¡Y haber si se tiene un poco de cuidado con el material, coño, que costó dinero!- Se oye a Steve desde la azotea
  Uno de los seres que ahora estaba entrando por el hueco. Raúl con el hacha golpea su espalda, cortándolo por la mitad. Aún así seguía vivo, así que Raúl piso la mitad del cuerpo que aún tenía vida, la parte de arriba, para que no se escapara, y le golpeo con la otra parte del hacha, la que no corta. Su cerebro se esparció por el suelo de aquella tienda.
 La otra parte del cuerpo de aquel ser se había quedado en el justo hueco de la puerta, estorbando así, muchísimo, a los demás que intentaban entrar. Posteriormente Raúl coloco una de las estanterías detrás de la puerta, para verificar que no entrara ninguno. Y subió a por Sam y los demás.
 Cuando iba subiendo por la escalera se muchísimos cuerpos, no solos lo que Sam había destrozado con la escopeta sino también los que los hermanos habían acabado. Llego hasta Sam. Había un grupo que separaba a Sam de los hermanos. Se encontró a Sam forcejeando con dos de esos, al parecer desde que disparó no había podido recargar y ahora usaba la escopeta para separase de ellos. Detrás de esos dos, habían bastantes más que subían hasta los hermanos.
 - ¡Hombre! ¿Tú por aquí?- Dice burlón Sam esquivando los mordiscos que estos le intentaban propinar- ¿Podrías echar una mano?
 Raúl le clavó el hacha justo en la frente a uno de ellos y empujo dejando así libre a Sam para poder recargar. Ahora era Raúl el que después de sacar el hacha de la cabeza del ser estaba usando su arma como margen entre él y 3 de esos “bichos”, ahora se habían sumado dos más por el repentino movimiento.
 - Aparta la cabeza, macho- Le dice Sam desde atrás a Raúl
 Raúl se aparta y Sam dispara los dos cartuchos, que como estaban tan juntos pues esos dos cartuchos derribaron a muchos de ellos dejando ya casi a la vista a los hermanos.
 Cuando todos estaban ya en la azotea. Todos se saludaron y hablaron del que hacer.
 - Sera mejor ir yendo ya- Acuerda Sam
 - Sí, creo que será lo mejor- Contesta Steve
 - Antes de que esto…- Dice Michael tomando un respiro- … Se llene de nuevo
 - ¡Vamos!- Dice Raúl agarrando bien el hacha y bajando el primero las escaleras
 Todos siguieron a Raúl y luego se tropezaron con él de nuevo en la escalera. Había parado en seco. Unos cuantos de esos seres estaban otra vez dominando la tienda.
 - ¿No te dije que taparas la puerta?- Le dice al oído Sam, aún los seres no se habían abalanzado sobre ellos
 - Lo hice, deben de haber derribado otra vez, todo-
 Entonces los “bichos” corren hacia ellos. Raúl atrapa a uno entre el hacha y la pared. Sam dispara a la cabeza a otro apartándose para dejar paso a Steve. Steve llevaba dos pistolas y se lió a tiros contra los seres del piso de abajo una vez allí bajo Michael que llevaba un subfusil. Cuando Michael llega abajo apunta pero no dispara queda impactado. Empieza a temblarle las manos. Todos lo miran, Raúl mientras le corta la cabeza al que había atrapado contra la pared. Todos bajan junto a él. Para preguntarle que le pasaba. Cuando bajaron junto a él se dieron cuenta del enorme grupo que había entrado en la tienda por un agujero aún más grande en la puerta que el de antes.
 - Venga ya, macho- Dice Sam empezando a apuntarles
 Entonces corren hacia ellos. Entre golpes y disparos consiguen llegar hasta la puerta por la que Sam y Raúl habían entrado. Cuando salen del edificio salen con ellos todos los monstruos que había dentro y empiezan a perseguirlos. La escopeta no tenía cartuchos y el subfusil ya no le quedaban balas.
 - ¿Por qué coño no cogimos armas?- Pregunta Raúl
 - ¿Tú te veías capacitado para matar a todos esos “bichos”, coger las armas cargarlas hasta el bar mientras todos los que no has matado te persiguen?- Le pregunta Sam- Si es así, espera y damos la vuelta
 - Vamos, vamos, ahí está la calle principal y allá el bar- Indica Steve ajeno a toda otra conversación
 - Decidle a Ricardo que ya tomaremos juntos ese trago de ron que ambos prometimos- Dice con voz débil Michael, vacilando al correr y con la cabeza baja
 - ¿De qué hablas?- Le pregunta su hermano
 - Corred, coño- Se para en seco- Os dije que yo ya estaba perdido, que no iba a ir al bar
 Y mientras Steve grita el nombre de Michael con lágrimas en los ojos y Sam agarrándolo de un brazo haciendo que corra hacia el bar. Michael cambia el rumbo y empieza a correr hacia los seres. Su aspecto dejaba mucho que desear, estaba sudoroso, con ojeras y los ojos rojos, blanco y cara decaída. Aún así embistió a todos los seres que pudo, destrozando sus cuerpos con el subfusil como puño, recibiendo salvajes mordiscos por todo el cuerpo, siendo su piel arrancada. Así dejó tiempo al grupo para que llegara bien al bar.
 Nada más llegar Chris les abre la puerta y entran salvajemente al bar, recuperando el aliento y la serenidad. Sam sentó a Steve en el suelo junto con él, dejando sus armas al lado. Raúl dejo el hacha llena de sangre en la mesa, manchándola toda, y le pidió un vaso de ron a Ricardo.
 - Sobreentiendo que Michael no lo ha conseguido- Dice Ricardo desanimado mientras le sirve a Raúl
 Todos están en silencio y Chris se dispone a cerrar la puerta.
 Una mano con aspecto de estar descomponiéndose frena a Chris cogiéndole un brazo y no la deja cerrar la puerta.

Si quieren que continúe... Comenten, gracias por su tiempo.

domingo, 17 de julio de 2011

Típico Relato Post-Apocalíptico Zombie Pt-9

Esto es provocado por noches de aburrimiento... Perdón por las molestias y espero no cansarles..

 Capitulo 9º: ¿Quien conoce a quien?
 
 Mientras Raúl descansaba, todos los demás pasaban un rato tranquilo después de toda esta locura. Chris cuidaba  de Raúl, y de vez en cuando miraba el golpe que había producido el flamenco rosa en la cabeza de Mairi, aunque, aparte de la inflamación no parecía tener nada más. Sam y Amy estaban hablando sentados en el suelo mientras miraban la escena de Chris haciendo de enfermera para aquellos dos. Mientras al otro lado estaba Ricardo durmiendo con la cabeza en la barra y cogido a la botella de ron. Y apartados del mundo, como siempre, hablando de sus cosas, allí, pasando todas las mesas, justo antes de las puertas hacia los baños. Allí estaban Félix y Julia, ambos en un mundo compartido.
 Estaba a punto de anochecer, por fin iba a acabarse aquel horripilante día, en el que habían muerto vecinos, familiares, amigos y conocidos. Y lo peor es que no se quedaron muertos. Cuando vieron la luz del sol irse por completo y encenderse las farolas de la calle, ninguno dijo palabra alguna. Entonces, en la oscuridad de ese bar, todos mirando a la nada, se oyen murmullos. Todos se alarman, miran a las ventanas, miran detrás de las puertas, miran hasta debajo de las mesas. Bueno… todos menos Sam, que no se movió del suelo. Por mucho que buscaron, no encontraron nada. Solo 2, quizás 3 seres merodeando por las afueras del bar, ahora distraídos por las luces de las calles. Aún así volvieron a oírse murmullos.
 - Oh, ¡venga ya, macho!- Se queja Sam- Seguro que es Raúl roncando
 - No, yo estoy a su lado y no es él- Corrige Chris
 - Quizás sean los quejidos de los “bichos” de afuera- Se argumenta Sam- Ya sabéis que lo hacen continuamente…
 - Los habríamos oído desde antes- Interviene Félix desde el fondo del bar mientras se levantaba
 - Entonces es... ¡Un fantasma!- Sam poniendo una voz graciosamente terrorífica
Vuelven a oírse los murmullos y Amy se ríe. Todos la miran con caras raras. Y señala a su tío dormido.
 - Ahí tenemos a nuestro fantasma- Dice aún riéndose y señalando a Ricardo
 - ¡Ay!... Cari, solo uno más...- Apenas se le entendía, pero estaba hablando mientras dormía- Uno pequeñito- Decía entre ronquidos
 - No sabe nada tu tío- Dice Sam mientras se ríe
 - ¡No! ¡No me pegues ahí!- Grita Ricardo mientras se incorpora rápidamente
Todos se ríen y le explican a Ricardo que es lo que acaba de pasar.

 Estuvieron riéndose de ello un tiempo, Mairi ya se había integrado en el grupo. Ella era joven, la más joven del grupo. Tenía 18 años recién cumplidos. Y ya prácticamente no tenia dolencia alguna, gracias a las curas de Chris. Aún Raúl seguía durmiendo cuando Mairi propuso un juego a todos. Ninguno se negó, excepto Sam, que no dijo nada y ni siquiera se movió.
 El juego trataba de que cada uno debía describir físicamente a alguien que estuviera dentro del bar. Sam insistió en que era una pérdida de tiempo, además de un juego estúpido. Amy le replicó y le pidió que jugara, que no venia mal relajarse. Todos se sentaron alrededor de una misma mesa, la misma mesa que antes tenía las dos escopetas, que ahora están en la barra junto con la requisada botella de ron que Chris había prohibido a Ricardo. Bueno, estaban casi todos en la mesa, Sam seguía en el suelo, aunque le había dicho a Amy que si jugaría tras la severa insistencia de ella. Tampoco estaba Raúl puesto seguía descansando. Félix y Julia estaban sentados al lado, Chris junto a Ricardo, Ricardo se había puesto lo más cerca de la barra que podía, y Amy lo más cerca de Sam.

Mairi explico más o menos como seria el juego. Deberían describir físicamente a algún compañero, pero sin características clave. Como por ejemplo, el pelo. Si dijeran chico con pelo rizado negro largo, se sabría bastante rápido que es Sam. Si dijeran chica pelo rojo medio corto, se sabría que es Chris. Si dijeran calvicie pronunciada con canas, rápidamente dirían Ricardo. Y así igual con el pelo corto de Félix, la larga melena morena de Julia, el pelo liso negro de Amy o la media larga descuidada de Raúl. O igual con rasgos únicos, como el enorme lunar que tenía Ricardo debajo de la boca, o la cicatriz en la barbilla de Félix o la de Sam en la nariz.
 - ¿Empezamos?- Pregunta Mairi ilusionada
 - ¿Quién empieza?- Cuestiona Félix
 - ¿Qué tal Julia?- Propone Ricardo con una sonrisa picara
 - No, no, que empiece Mairi- Responde Félix
 - Bueno… vale- Dice dudosa
 Y Mairi empieza a pensar mirando para el techo.
 - A ver…- dice bajando la cabeza- Es un chico…
 - ¡Félix!- Eleva la voz Sam desde el suelo
Félix se ríe.
 - Aún no, Sam- Le dice Amy mirándolo con una media sonrisa
Sam vuelve a cerrarse entre su chaqueta.
 - ¡Oh! vamos, esto es demasiado fácil- Dice Sam levantándose- Todos sabemos que si dices chico de piel morena, te refieres a Félix. Que si dices ojos con un tono castaño claro te refieres a Julia. Si dices arrugado te refieres a Ricardo…
 - ¡Oye!- Ricardo se hace notar y mira a Sam
 - Perdón, Ricardo…- Se disculpa Sam medio riéndose- También sabemos que si dices corpulento te refieres a Raúl, y si dices mofletes colorados te describes a ti misma. Si dices pálida te refieres a Amy y si dices boca pequeña quieres decir Chris. Claro… que si dices alto y feo… Ese soy yo- termina la frase haciendo una pose de superioridad que acaba con una de sus manos tapándole la boca
 - Y después de tu argumento, ¿Qué propones?- Dice Félix
 - No se… algo más provechoso y educativo- Sam se rasca la barbilla- ¿Hay “monopoly”?
 Todos respondieron con un colectivo “No”.
 - Jo…- Responde el
 - Tengo una idea- Dice Mairi
 - No, dios, no…- Sam se lleva las manos a la cabeza se deja caer de rodillas en el suelo y apoya la cabeza en  la mesa
 - Y si en vez de describirnos físicamente…- No termina la frase
 - ¡No! Nada de cosas de esas de describir gente y cosas y otras cosas, no- Dice Sam mirando a Mairi
 Amy manda a callar a Sam, parece que ella es la única a la que le hace caso. Y le pide a Mairi que siga.
 - Y si no jugamos, sino simplemente nos describimos psicológicamente entre nosotros- Explica Mairi- ¿Qué os parece?
 - A mi me sigue pareciendo una buena forma de entretenernos- Admite Amy
 - A nosotros también- Habla Félix por él y Julia
 - Por nosotros está bien, no tenemos nada que hacer- Responden Chris y Ricardo
 - Yo voy a jugar con los bichos fuera- Dice Sam mientras se levanta
 - Tú te quedas aquí- Amy coge la mano de Sam y lo empuja hasta su regazo
 - Jo, mami… ¿Solo un poco?- Sam pone voz de niño pequeño
 - No- Contesta seca Amy- Empieza Mairi
 - A ver… Él, es un chico, reservado…- No termina la descripción
 - Es…- Sam intentaba hablar pero Amy le tapaba la boca
 - Sigue…- Insiste Amy
 - Él es reservado, tranquilo no habla mucho, pero es una buena persona que se preocupa por los demás, no lo conozco mucho, pero aún así es lo que parece- Termina de describir
 - Es Félix, ¿no?- Dice Julia, vergonzosa
 - Si- Dice Mairi con una sonrisa- Te toca ahora a ti, por acertar
 - No, por favor, parad ya- Suplica Sam- Matadme y acabad con mi sufrimiento
 - Empieza Julia- Le pide Amy- No hagas caso a Sam
 - Bueno… Ella ha sido muy buena con nosotros- Empieza a describir- Su manera de ser es fuerte y ruda, pero es por el bien de todos. Solo quiere lo mejor para todos
 - Es Chris- Dice medio riéndose Ricardo- Lo supe desde que dijiste ruda
 - Tú, sigue así… tú, sigue así- Advierte Christina
 - Te toca Ricardo- Dice Mairi
 - Por Dios… dejad que acabe con esta agonía- Suplica Sam caminando hacia la puerta
 - ¿A dónde vas?- Pregunta Amy
 - A acabar con mi mísera existencia...- Llegando a la puerta decaído
 - Ven- Parece ordenar Amy
  Sam obedece sin más.
 - Ahora dirás “empieza Ricardo”- Le dice Sam a Amy con voz burlona
 - Empieza Ricardo- Dice Amy mientras mira mal a Sam, otra vez sentado en sus piernas
 - Él es maleducado y suele decir muchas palabrotas, en lo poco que lo conozco he notado su cambiante forma de tratar a la gente, cambia de parecer según el tema. Aún así, él me parece una buena persona- Termina milagrosamente sin ninguna interrupción
 - Es Raúl- Dice Sam de mala gana sin despegar la cara de la mesa
 - Por fin te integras- Indica Mairi
 - ¿Eh? ¿Qué?- Pregunta Sam extrañado
 - Di, anda- Le pide Amy
 - Pero mami…- Se reniega
 - Sam…- Mira con cara amenazadora
 - Vale, vale…- Dice alzando las manos- Ella es… Bueno… es… Buena persona, amable, cariñosa, hace que medianamente te integres, hay tantas cosas que en verdad realmente…- Se queda pensando- Quiero decir… Es una buena chica
 - A alguien le gusta Amy- Dice con tono burlón Chris
 - ¿Qué he hecho para merecer esto?- Se lamenta Sam, mira al suelo y después mira a Chris de nuevo- Te toca…
 - Pues…- Ni siquiera empieza
 Se oyen disparos desde fuera y suena el teléfono. Eran Michael y Steve habían conseguido entrar en su tienda, no sabían cómo pero ahora intentaban salir de ahí como pudieran si no lo hacían esa tienda seria su tumba. Ricardo aconsejo a Michael que corrieran hasta el bar. Michael le dijo que como lo hacía si tenía la entrada, ósea su salida, llena de monstruos. Justo en ese instante Raúl se despierta y pide explicaciones de por qué tanto ruido. Cuando se entera de todo se presenta voluntario para salir en su rescate. También aconseja meter en la misión a Sam y Félix. Julia no quiere que Félix vaya y por eso decide no ir. Así que Sam y Raúl se preparan, Ricardo le da a Sam una de las escopetas, y par de cartuchos. Raúl coge el hacha y el flamenco. Ya se disponen a salir.
 - Mairi, no sabes lo mucho que ahora te detesto- Dice medio riéndose- No digo que no me caigas bien, pero crear juegos absurdos que encima de ser absurdos, me hacen abrirme a los demás, cosas perjudiciales para mi salud mental
 - ¿Vamos o qué?- Pregunta Raúl agarrando fuertemente el flamenco rosa
 - Una última cosa- Pide Sam- Christina… no pienses cosas raras de lo que dije y por cierto… No te creas que el que no sepa la descripción de los que faltamos de nosotros me esté dando mucha curiosidad. Sabemos que Julia es adorablemente vergonzosa, Mairi una niñita de buen corazón, y yo un cerdo bipolar poco abierto a los demás. Aún así, no te preocupes a lo mejor no me vuelves a ver diciendo tonterías…
 - Vuelve- Dice Amy
 - Volved- Se le une Mairi
 - Regresad los dos- Dicen Félix y Julia
 - Los dos- Especifican Chris y Ricardo, que se quedaba con una de las escopetas a defender el bar
 - Oh… No sabéis cuanto me habéis emocionado- Dice sarcástico Sam
 - ¡Vamos ya, tío!- Pide Raúl
 - Vamos, vamos- Responde Sam, mientras salen por la puerta- ¿Sabías que el flamenco rosa manchado de sangre te da un aspecto realmente varonil?
 - En verdad es un buen chico- Dice Amy- A veces es bipolar, seco y poco abierto, pero hace que te sientas bien con él
 - A ti también te gusta…- Se ríe Chris
 - Anda ya…-

Si quieren que continúe... Comenten, gracias por su tiempo.

jueves, 14 de julio de 2011

Típico Relato Post-Apocalíptico Zombie Pt-8

Esto es provocado por noches de aburrimiento... Perdón por las molestias y espero no cansarles..

Capitulo 8º: Memorias de un superviviente... una pequeña parte, por lo menos


Todos prestaban atención a Sam, mientras el empezaba a relatar lo ocurrido en la pequeña aventura suya y de Raúl. Cuando de repente deja de hablar. 
 - Se me ha olvidado lo que iba a decir- Dice Sam rascándose la barbilla-
 Raúl suspira.
 - A ver... estábamos entrando en el callejón de la derecha perseguidos de todos aquellos "cabrones"- Comienza Raúl
 - Aaaah, si... Si...- Eleva la voz Sam- Entrabamos en el callejón con aquellos "bichos" pisándonos los talones...
Sam parecía que ahora no iba a detenerse. Y contó la historia de una forma que, inexplicablemente, a todos parecía interesarle y entretenerle. Después de todo, no venía mal relajarse.
 Sam parecía un narrador de esos libros serios que hay en las bibliotecas.

 "... Yo en verdad no sabía a dónde ir, no sabía ni donde estábamos. Solo sabía que el callejón de la derecha nos iba a llevar hasta la urbanización que esta a 10 minutos de aquí. Aún así, la confianza de que íbamos a acabar bien era plena, tenía a Raúl conmigo..." 

 Sam da unas palmadas en la espalda a Raúl, lo mira, recibe la mirada extrañada de Raúl.
 - ¿Qué?- Pregunta Sam sorprendido- Eres como un gorila que, quieras o no, impone
 - Sigue anda- Le dice Amy medio riéndose

 "... Seguimos corriendo, como nunca habíamos corrido antes. De vez en cuando Raúl atizaba algún que otro ser con MI tubería, yo aunque iba bastante adelantado veía los trozos de cráneos y la sangre salpicando justo delante mía, y el sonriendo como un niño pequeño en navidad..."

 Sam hace una pausa y mira con mala cara a Raúl. 
 - Estás enfermo, macho- Sigue mirando mal a Raúl
 Y prosigue a relatar.

 "... Ya cuando, prácticamente, estaba terminando el callejón estuvimos a punto de acabar devorados por esos caníbales. La culpa fue de un pequeño grupo que justamente estaba entrando y nos vimos bastante acorralados entre los dos grupos. Aquel grupo era muchísimo más pequeño que el que nos perseguía desde la calle principal. Ese grupo que se interponía entre nosotros y la urbanización que en aquel momento, para nosotros, era la libertad y salvación. Avisé a Raúl, el cual al ver el pequeño grupo que se entrometía, directamente supo para que lo avisé, aceleró considerablemente el ritmo y sin más embistió a la horda de "bichos" mandando a la mayoría de ellos al suelo..."

 - Ahí fue cuando tu dijiste...- Empieza Sam
 - ¡A TOMAR POR CULO!- Termina Raúl
 - Bueno... Prosigo-

 "... Cuando recupero el equilibrio que la envestida le había quitado, sujetó la tubería con fuerza y propinó golpes con ella hasta la saciedad, destrozando sus cráneos, brazos, cuellos, y otras extremidades dejando una estela de sangre detrás de cada golpe que daba. Ahí fue cuando yo, en un intento de proteger a mi compañero de una muerte brutalmente dolorosa agarré su brazo para seguir adelante, como él se había encargado de todos los "bichos" del grupo que estaba enfrente, excepto algunos lisiados que quedaban en el suelo, aún con algún tipo de movilidad, milagrosamente, mejor dicho, por algún tipo de casualidad se habían salvado de los alocados golpes que Raúl había dado. Aún así no causaron ningún tipo de problema, así que cogí bien su brazo, lo arrastre conmigo hasta fuera del callejón y me asegure de que el grupo que nos seguía no se lo comieran mientras el masacraba a los restos de aquello que fue el grupo que se interponía entre nosotros y nuestras esperanzas de vivir..."

 Vuelve a pararse y a mirarlos a todos. Curiosamente estaban todos atentos. Sam los miró a todos uno por uno.
 - Macho, eres un bestia, ahora yo pensando- Le dice a Raúl apoyando su cabeza en sus manos 
 - Es tu culpa, me dejas ahí, solo... pues yo... me pierdo- Argumenta Raúl
 - Bueno... ¿sigo?- 
 Todos dijeron un "Si" energético, hasta Julia, que a decir verdad hablaba más bien poco, era bastante vergonzosa y solo hablaba con Félix.
 - Pues bueno... ¿Por dónde iba?- Pregunta Sam al aire
 - Ibas diciendo- Contesta... Más bien importa poco
 - Ah sí...- Recuerda sin más

 "... Por fin vimos la urbanización, si este "fin del mundo" no hubiera afectado en su aspecto, sería un lugar realmente bonito. Pero ahora su césped estaba manchado de sangre y lleno de basura. Sus casas todas caóticas, la pequeña plaza que había en el centro estaba llena de escombros y fuego. Era curioso... parecía que en ese lugar estuviera empezando a crecer el virus. Aún habían humanos vivos corriendo por salvarse y pocos monstruos de esos. Por suerte para nosotros que el lugar estuviera con bastante gente aún viva disperso en gran medida al grupo que nos seguía..."

 - Y cuando conocisteis a... ¿Mairi?- Pregunta Ricardo que estaba escuchando desde detrás de la barra
 - Justo ahora, por cierto... ¿Eso es ron?- Dice Raúl mientras se acerca a la barra
 - No, no es ron- Responde Chris- Y tú, vejestorio, deja de beber ya...
 - Si, como dice Raúl- Suspira Sam- Viene ahora 

 "... Justo cuando íbamos a volver al bar aparece una chica en pijama siendo perseguida por dos "bichos". Entonces Raúl en un acto de heroicidad clava, si, "clava" la tubería en el pecho de uno de ellos, la arranca y le da con ella en la cabeza dejando así, inmóvil, al monstruo. Busca desafiante al otro que aún perseguía a la chica en pijama, entonces él me pasa la tubería y me dice "a por él", ahí es cuando yo alcanzo al "bicho", me tiro encima de él y le clavo desde atrás la tubería y le traspaso el cráneo..." 

 - No, no, no- Corrige Raúl- Yo te dije que pararas al monstruo ese antes de que mordiera a Mairi, y tú me dijiste que eso estaba fleje de lejos y yo tuve que tirarle la tubería, para después destrozarle ese sucio cráneo que tenia
 - Bueno, también- Admite Sam- Fue muy temerario por tu parte, podrías haberle dado a ella- Dice mientras señala a la Mairi inconsciente
 - Estaba lo bastante lejos- Argumenta Raúl
 - Y deberías usar un vocabulario más adecuado, así la gente no te miraría como un sádico-
 - Pero es que...- Sam interrumpe a Raúl
 - Es que el pobre... Ha tenido una dura infancia- Dice Sam llevándose una mano al corazón e intentando poner cara de pena
 - Sigue- Dice Amy
Sam suspira.


 "... La cuestión es que Mairi se nos unió, y después de salvarla Raúl se le presento, como quien no quiere la cosa. Mi saludo ya era innecesario. Los movimientos agresivos de Raúl alertaron a varios monstruos, y tuvimos que escondernos una casa que tenía la puerta abierta, cerrada después por nosotros, allí descansamos, repostamos, y todo lo que se puede hacer mientras se recargan energías, yo bebí zumo, Raúl se fumó un cigarro y Mairi se puso unas zapatillas, iba descalza. Mientras estábamos descansando en el salón de esa casa, amplió, cómodo, iluminado, moderno, allí nos enteramos de que hasta hacia menos de 10 horas todo estaba tranquilo aquí. También nos aseguramos de que no estuviera mordida, Raúl se aseguró. Nos dijo que los monstruos que acabábamos de matar eran sus padres. Fue un gran susto cuando en medio de la conversación aparecieron los dueños de la casa sin varios cachos de carne aleatorios en sus cuerpos. Era una joven pareja. Fue tal el susto que salimos corriendo hasta fuera. Dejamos todo tipo de posibles armas allí dentro, hasta la tubería. Fuera de la casa nos esperaban 3 "bichos" inesperados. A lo que Mairi reaccionó abrazándome y soltándome con la misma..."

 - ¿Por qué?- Sam espera dos segundos- No lo se...

 ”... Raúl reaccionó mucho más radicalmente. Cogió lo primero que vio, un flamenco rosa para decorar jardines y dio golpes a diestro y siniestro. Uno de esos bichos se le acerco lo suficiente para agarrarlo entonces Mairi fue a ayudarlo, y Raúl..."

 Sam se puso de pie, e imitó todo lo que Raúl hizo en aquel momento. Raúl bajo la cabeza y se llevó las manos a esta. 
 - Se libra del "bicho"- Hace como si estuviera empujando a alguien- Y le propina un golpe tan fuerte al monstruo que no solo acabo con el "bicho" muerto en el suelo, el golpe alcanzo la cabeza de Mairi que está prácticamente salió volando y Raúl mientras tanto en el suelo, sin saber donde estaba
 - Fue sin querer ¿Vale?- Dice en su defensa Raúl
 - Eso explica que la chica este en pijama, que tenga un chichón enorme, y el flamenco rosa... ¿Pero y el hacha?- Pregunta Félix
 - Ah...- Sam se vuelve a sentar- Eso es porque después de que Raúl recogiera a Mairi del suelo empezamos a correr hasta aquí, y de camino aquí Raúl se empeño en coger un hacha que había en una tienda

 Justo entonces Mairi despierta, preguntando donde está, y quienes son todos. Entonces reconoció las caras de Sam y Raúl, mientras Raúl se disculpaba. 
 Mientras todos se presentaban y Raúl seguía diciendo "perdón", este se desmaya y se golpea la boca contra el piso, todos se asustan, Julia agarra a Félix, Félix a Julia, Amy a Sam, Sam a Sam, sí, se agarró su propia camisa, Mairi al cojín donde reposaba hasta no hacía mucho, Ricardo a la copa de ron, Chris a Ricardo. Todos miraban el cuerpo desmayado de Raúl. Por cierto, Sam apretaba su camisa con fuerza, no por nada, sino porque el robusto cuerpo de Raúl había caído en su pie derecho. Buscaron mordidas que pudiesen suponer lo peor, entonces Sam recordó la herida que le había hecho el abrecartas y nunca se lo habían curado. En efecto, era eso, se había infectado y eso le producía fiebre y como no había tomado nada más que tabaco y alcohol. Se desmayo.
 Por suerte Chris sabía algo de medicina, se lo curó, y le dio algo para la fiebre en poco estaría de pie de nuevo.

  

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miércoles, 13 de julio de 2011

¿Relato?¿Que relato?

Lo siguiente que voy a argumentar son detalles de la historia que estoy escribiendo ...
"Típico relato post-apocalíptico zombie"
Cuenta la historia de Samuel, un profesor de secundaria, bastante raro en el concepto de personalidad y Raúl, su compañero de piso, sin trabajo a definir, que cambia de ser según la situación en la que esté. Al despertarse una mañana ven que el mundo en el que habitan esta siendo dominado por una especie de virus que arrasa con todos los peldaños de humanidad en cualquier humano y queda transformado en un depredador sediento de sangre, vísceras y cerebros. En esta historia nuestros protagonistas conocen a enemigos lunáticos, pero también amigos, compañeros, camaradas, y demás. Usando armas que tengan a mano para destruir a esos monstruos. Y ¿Por qué no? Sobrevivir de paso.

Nota: Se recomienda no encariñarse con ningún personaje, insisto, NINGUNO, puesto en esta historia pueden morir o en su defecto desaparecer prácticamente en el siguiente capitulo de ser presentados.

Típico Relato Post-Apocalíptico Zombie Pt-7

Esto es provocado por noches de aburrimiento... Perdón por las molestias y espero no cansarles..

Capitulo 7º: Como héroes de guerra…

 - No tardaran en volver- Mientras agarra a su tío- Seguro… Ellos se alejaron del grupo para que la mayoría de los monstruos se dispersara
 El bar estaba recogido, no había ni sillas, ni taburetes en el suelo. Todo totalmente limpio, el bar era del estilo “bar de centro de ciudad, al que solo van conocidos y borrachos”, bastante lóbrego e intimo, a Sam le gustaría. El anciano va a la barra, su color es igual de oscuro que las paredes, encima de ella hay un teléfono, que el anciano coge. Marca un número sin decir ni una sola palabra. Mientras espera da vueltas y vueltas, hay dos escopetas de doble cañón sobre la mesa de delante de la barra, la más cercana. La única que tiene cosas encima, las demás solo tenían sillas. Mientras la chica que había ayudado a abrir la puerta se mantenía cerca de esta, para ejecutar la orden de reforzarla.
 - Steve, Michael, ¿Quién es?- Pregunta rascándose la inminente calva- Espera, pongo el altavoz para que mis invitados te oigan
 - ¿Si? ¿Eres tu Ricardo? Bueno, ¿quién va a llamar aparte de ti?- Responde la voz de detrás del móvil
 - Sí, soy yo, Eres Michael ¿no?-
 - Sí, y mi hermano esta aquí también oyéndote- Suena de fondo un “hola” a modo de saludo pero lejano
 - Conmigo están a los que acabáis de salvar- Dice mientras los mira- Saludad, chicos
Todos saludan, Amy les agradece que los hayan salvado antes, Félix saluda cortésmente, y Julia lo dice por lo bajo.
 - Hola a todos- Dice la voz de fondo
 - Tranquilos, el viejo barman y nosotros tenemos un acuerdo, nosotros defendemos y el acoge- Suena la voz más grave, la que ha hablado desde el principio
 - Él es Michael, es el que estaba de pie antes en la azotea, con los cargadores- Dice mientras señala al teléfono- es el hijo mayor del dueño de esa armería
 - Es un placer- Se oye su voz desde el teléfono
 - El otro chico es Steve, es el que disparaba, es el menor-
 - El que os salvó el culo, vamos- Se oye la voz más fina y lejana
 - Gracias, de nuevo- Dice sonriente Amy
 - Son alemanes, lo notaríais si los vieseis, no son muy altos, rubios, con ojos claros y blancos como la leche- Se echa a reír el anciano- Pues hechas las presentaciones, hablamos cuando anochezca, camaradas
 - Hasta entonces- Se oyen las dos voces juntas

Una vez finalizada la conversación. El anciano pregunta a Amy por su madre, ella solo mira al piso. Entonces él dice entender, se apena un momento, va a la barra metiendo la mano por dentro, y sacando una botella de ron invita a los nuevos conocidos a un vaso. En ese momento la camarera, se presento en el instante que se auto-servía el anciano, su nombre era Christina, su pelo era un pelirrojo bastante llamativo y relativamente corto,  sobretodo comparado con el de Sam, ella era bastante morena. Lo más curioso de sus facciones era su boca, era corta y hacia recordar a un gato.
 - Si es que hay que ver, ¡eh!- Regaña la Christina a Ricardo- ¿Presentas antes a tus colegas de la tienda de enfrente y te olvidas de tu camarera? Muy bonito
 El barman traga el último buche de ron.
 - Ella es Chris- El anciano medio riéndose
 - Si, ahora, vejestorio-

Pasa un rato, Amy no dejaba de vigilar la ventana mientras se pellizcaba sus, relativamente, anchos labios, Félix acariciaba el pelo castaño claro de Julia, para calmarla, Ricardo seguía bebiendo y Chris lo miraba con mala cara, no le gustaba que bebiera tanto. De repente Amy se exalta y avisa de que veía gente llegando, entonces todos se levantaron y corrieron a la ventana, es increíble lo que une a la gente los momentos en los que corren peligros como, por ejemplo, ser devorados. Y sí, eran Sam y Raúl, en los brazos de Raúl una chica que parecía desmayada. Realmente había decrecido el número de seres que los seguían, aún así, los que los seguían no eran pocos. Se oyen disparos, ya estaban Steve y Michael acabando con los monstruos. Amy se dispone a salir y Chris la detiene. Entonces sale del bar Ricardo con una de las escopetas.
 - ¡En mi bar no entra ni dios si no está vivo!- Grita este apuntando a los seres más cercanos
 - Raúl se que estas muy ocupado, metiendo mano y eso- Dice pasivamente Sam- Pero creo que deberíamos quitarnos de la posible trayectoria de los perdigones, pero insisto… ¡Creo!...
 Raúl con un sobresfuerzo, llevando a la chica, un flamenco rosa de decoración para jardines lleno de sangre y una hacha, con la ayuda del apoyo de Sam en la espalda consigue desviarse para no quedar entre el disparo y los objetivos, rodeando así al anciano, y llegando a la entrada, prácticamente cayéndose.

 Cuando habían cesado los disparos, tanto de la escopeta y los rifles de precisión. Todos muchísimos más calmados, estando dentro del bar, y presentados, incluso los tiradores de enfrente. Se relajan tomando algo para refrescarse, Sam zumo, como no, Raúl el mismo ron que bebía antes el anciano, mientras este vigila muy de cerca a la chica desmayada, Félix y Julia compartían refresco, Amy dijo que no quería nada de beber por ahora, aún así se dejo convencer por Sam, con el argumento de que necesitaría energía para correr como antes, así que acabo bebiendo algo de el zumo de Sam.
 Suena el teléfono, interrumpe a Ricardo en su labor de reforzar y deja a Chris sola. Félix ayuda a Chris con su propio martillo a clavar las tablas. Ricardo coge el teléfono y vuelve a poner el altavoz.
 - ¿Están todos bien ahí?- Suena la voz de Michael
 - Sí, gracias de nuevo- Aclara Amy
 - ¿Esos son los que faltaban?- Pregunta Steve- ¿Y la chica? ¿La han mordido?
 - No, no la han mordido, está bien- Responde Raúl
 - Solo un poco desmayada por un golpe en la cabeza, pero oye, no se le sale el cerebro, eso es importante- Dice Sam con humor
 - Ellos son Raúl es el de la voz ronca, y Sam es el otro, son diferentes de lo que parecen- Vuelve a aclarar Amy
 - Encantado, supongo que Ricardo os habrá contado la historia del pacto con nosotros y os habrá dicho quienes somos, ¿no?-
 - Sí, ya nos hemos puesto al corriente- Admite Sam
 - Bueno, seguiremos en contacto, hasta la próxima- En esta despedida se les noto un poco el acento alemán

 Todos reunidos en la mesa, ya estando todo reforzado. Se disponen todos a preguntar qué paso mientras intentaban despistar a los seres, quien era la chica pálida, con pelo moreno y cachetes rojos, por qué la trajeron y sobre todo por qué Raúl tenía un flamenco rosa lleno de sangre.
 - Veréis, es una larga historia- Empieza Sam- El nombre de la chica es Mairi. Todo empezó cuando íbamos saliendo del callejón…

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martes, 12 de julio de 2011

Típico Relato Post-Apocalíptico Zombie Pt-6

Esto es provocado por noches de aburrimiento... Perdón por las molestias y espero no cansarles..

Capitulo 6º: Camarero, camarero…

 Iban caminando calle abajo, que según Amy, llevaba al bar de su tío. Solo los asaltaban unos pocos seres de cuando en cuando. Ya parecía tan normal que ninguno pensaba antes de dar el golpe fatal, un único y certero golpe fatal, sin vacilar, en la cabeza. Mientras van de camino al bar apenas hablan, intentan no mencionar nada que tenga que ver con lo sucedido antes. Raúl a pesar de no saber a dónde iba el primero, acabando con la mayoría de “bichos” que aparecían. Amy iba muy pegada a Sam, prácticamente apoyándose en él. Eso mantenía ruborizado y despistado a Sam. Félix y Julia iban de la mano justo detrás de Sam y Amy.
 - Míralo- Dice Sam haciendo referencia a Raúl- Que feliz es mi niñito, y cuanto ha crecido, todavía me acuerdo de cuando bebía zumo y jugaba a la consola, que orgulloso me siento de él- Mientras hace como que se limpia unas falsas lagrimas y termina su inocente burla
 Mira de re-ojo a Amy, y ve que esta sonriendo y medio riéndose. Entonces el también sonríe.
 - Raúl, la siguiente no, la otra, gira a la derecha- Indica Amy a Raúl
 - Mierda, creo que tenemos problemas- Avisa Raúl a los demás
 Un gran grupo de seres aparecían en manada, se notaba que estaban entrando en una zona transitada por bastante gente, era lógico que hubiera más seres. Amy agarra mejor Sam y empieza a correr mientras grita “¡síganme!”. Sam se queja y maldice a los “bichos” puesto por su culpa tiene que hacer tanto ejercicio. Aún ante el peligro que suponía Raúl seguía destrozando cráneos a todos lo que podía yendo así el último del grupo. Félix y Julia seguían muy de cerca de Amy y Sam. Raúl dando a diestro y siniestro consigue romper la, ya más que utilizada, pata de su mesa. Entonces con un típico “mierda” mientras lanza los trozos rotos de su arma intenta recuperar el ritmo.
 - Joder, joder, joder- Dice mientras corre más rápido-
 Raúl empuja a Félix y Julia por detrás mientras les dice “corran, coño”. Entonces Félix se separa de Julia e intenta frenar unos cuantos seres, acabando con ellos sin dejar de correr. Mientras Julia mira para atrás, Raúl la sigue empujando para que no se pare, Sam y Amy siguen en cabeza. En aquel momento aparece otro enorme grupo a la vuelta de la esquina y se unen a todos los demás.
 - ¿Aún puedes llevarnos sin que haya ninguna baja al bar de tu tío?- Le pregunta Sam en bajo a Amy
 - Sí, por supuesto-
 - Perfecto- Dice mientras mira para atrás- Joder, macho, jodido parvulario…
Sam se lleva la mano a la cara. Mientras empieza a ir más lento.
 - ¿A dónde vas?- Pregunta Amy, mientras intenta agarrarlo pasivamente
 - Voy a proteger a mis niños. Cuando vuelva disculparé mi vocabulario como debe ser-
Sam va a darse la vuelta para llegar hasta Félix y Raúl. Vuelve rápido a mirar a Amy.
 - Pero cuida de Julia y también de ti-
Amy sonríe.

 - A ver, queridos, examen- Con tono pasivo mientras llega hasta Félix- ¿Qué sistema político predominaba en Europa en la Edad Media?
 Uno de esos seres, el que más cerca estaba, intento coger a Sam. Él lo esquiva.
 - Esto me duele más a mí que a ti, querido- Agarra bien la tubería y da fuertemente con la punta, como si intentara clavarle la tubería, justo en el centro de la frente, destrozando, literalmente, su cabeza- Te suspendes tú, no yo.
 Pone su mano sobre el hombro de Félix.
 - Ve con Julia y Amy, tu arma es la más larga mejor tenerte delante defendiendo-
 - ¿Y tú?-
 - Dile a Raúl que baje el ritmo- Dice mientras sonríe- Que venga aquí
 Félix llega hasta Raúl, coge la mano de Julia, y sigue adelante llegando hasta Amy.
 - Raúl, encárgate de ellos- Le tira la tubería a las manos de Raúl- Voy a preguntar algo
 - ¿Te crees el jefe o qué?-
 - No, pero oye, que si quieres ser comido por los “bichos”, tú, a tu bola, macho- Le replica Sam
 - Vale, coño, tampoco hace falta que te pongas así-
 Sam Sonríe.
 Llega hasta casi tocar a Amy y le pregunta que exactamente donde queda el bar de su tío.
 - Esta dentro de dos calles a la izquierda, justo al lado de una plaza-
 - Querida, no nos esperes para comer, pero esperanos-
Amy está abriendo la boca, justo cuando Sam vuelve a darse la vuelta, volviendo al lado de Raúl.
 - Se que no te va a gustar la idea, pero, no te podrás quejar- Dice mientras señala la tubería- ¡Te he regalado la tubería!
 - ¿Qué misión suicida vamos hacer tú y yo?- Pregunta mientras se lleva la mano que tiene libre a la cabeza
 - Me conoces bien- Se ríe- En la siguiente entrada a la derecha nos metemos nosotros
 - ¿Por qué?-
 - ¿Quieres entrar al bar con todos estos pisándonos los talones y luego ser tan maleducado como para no dejarles entrar?- Pregunta sarcástico
 - Entiendo- Dice mientras estira el brazo derecho con la que agarra el arma- Pero tú vas desarmado…
 - Creo yo, que algo tiene que haber por ahí-

Entonces se paran hacen que se les acerquen los monstruos más y que sus compañeros se alejen, todos se quedan mirando para atrás sin dejar de correr.
 - Macho… Odio estos “bichos”- Dice mientras le da palmadas en el hombro a Raúl- ¡Corre!
 - Joder, joder, joder- Escapando por poco de las zarpas de esos seres
La gran mayoría de los monstruos los siguen a pesar de ser solo dos, ellos siguen su presa más cercana.
 - Creo que me estoy haciendo mayor- Dice agitado Sam mientras entra en el callejón de la derecha- Ya no estoy tan joven como para correr
 - Antes tampoco corrías…- Tomando aliento Raúl- Pero al menos tu nunca has fumado, ni te gusta el alcohol, ahora mismo me está matando. Necesito un “piti”
 -  Anda que… vas bonito, macho, vas bonito-
 Corren y corren, Sam más o menos tiene planeado un recorrido idóneo para despistar a los seres, y así no ser masacrados en el bar.
 Mientras tanto, el resto del grupo ya prácticamente está llegando al bar, aún así, tienen 5 o 6 seres, que solo Félix y Amy no podían controlar, Julia siempre se había negado a dar un golpe a esos seres, pero tenía el arma… Por si acaso.
 De repente se oyen unos disparos, y todos quedan alarmados mirando sus cuerpos por si fueron golpeados por el proyectil. Sin embargo 1 a 1 los monstruos fueron cayendo, 1 a 1 con cada disparo. Se dieron cuenta de que los disparos venían de una tienda de armas enfrente del bar, justo en la azotea habían dos personas, una de ellas les hizo un saludo militar, justo la persona que tenía el rifle francotirador, la otra persona solo se mantuvo de pie con cargadores en las manos.
 Los disparos alarmaron al anciano barman del bar, el tío de Amy, que al ver a su sobrina correr hacia allí, abrió, quitando los refuerzos con ayuda de su nueva camarera. Todos entran, el anciano saluda a las personas de la azotea, y estos le responden. Este cierra la puerta y se dispone a reforzarla cuando es parado por la sobrina que le pide que espere.
 - Aún queda gente por llegar- 

Si quieren que continúe... Comenten, gracias por su tiempo.