Típico Relato Post-Apocalíptico Zombie Pt-4

Esto es provocado por noches de aburrimiento... Perdón por las molestias y espero no cansarles..

Capitulo 4º: Haciendo amigos

 Avanzan por la calle, cuando Raúl se para de repente y mira a los lados.

 - ¿Qué haces?- Pregunta Sam mientras él también se detiene- Si nos detenemos pueden rodearnos rápidamente

 - Tío… voy a comprar tabaco- Responde mientras camina hacia la entrada de la tienda

 - Eah, si la cuestión es matarnos, luego me dirás que tienes que ir al baño. Corre anda-

 - Cúbreme- Se envalentona Raúl entrando por la puerta

 - Claro ¿Cómo no? ¿Si nos atacan pido ayuda aérea?- Responde sarcástico Sam apoyado en la puerta de la tienda esperando que Raúl vuelva

 Raúl va a donde están todas las cajas de cigarros pero esa despensa no está abierta al público, se abre con una llave que tiene el dependiente.

 - ¡Tío!- Grita Raúl desde dentro- No está el dependiente que debería abrir la despensa ¿Qué hago?

 - ¿Irnos?- Dice en seco Sam- O también puedes buscar una llave de repuesto, por ahí dentro debe de haber una oficina, debería estar ahí

 - Voy a ver-

 Raúl se adentra en la penumbra de la tienda, va dando palos de ciego, tocando y tirándolo todo. De repente oye un sonido, no sabe de dónde viene, se pone en guardia, es como si algo intentara aparecer. Raúl empieza a dar palos a la nada tirándolo todo. De repente deja de dar golpes, y ve que hay luz.

 - Macho ¿A quien estas matando ahí dentro? Espero que no a alguien que aun recuerde que son los humanos… De todas maneras, te he encendido la luz, para que no vayas ciego- Sam toma un poco de aire- ¿Sabes? Las luces estas me recuerdan a las de las películas de terror clásicas, en las que hay un psicópata y encienden la luz y el fluorescente tarda en encenderse, haciendo amagos mientras hace un ruido parecido a “shiumshium-shium” y te matan mientras esperas ver algo ¿O no?

 - Tu madre, Sam, ¡Tu pu… madre!- Grita desde dentro, mientras se levanta

 - Ya no te ayudo más, que te coma un bicho de esos en la oscuridad, yo no te enciendo nada-

 Raúl por fin encuentra la oficina, estaba al fondo del todo. Entra y esta todo oscuro, enciende la luz que hay a la derecha al entrar y lo primero que ve es un señor sudoroso con la camisa y la corbata sueltas y un abre cartas apuntando hacia él con aspecto amenazador.

 - ¿Qué coñ… haces?- Pregunta agarrando mejor la pata de su mesa

 - Yo… yo… sobreviviré. Tú… tú… vas a intentar comerme ¿Verdad?- Habla mientras tiembla el hombre de mediados 40 años

 - ¿Me ves cara de caníbal?-

 - Si vas a intentar comerme… como los que se comieron a esa mujer y su niño…-

 - ¿Qué haces aquí?-

El desconocido se abalanza sobre Raúl intentando clavarle el abre cartas, el forcejeo fue demasiado repentino para que Raúl pudiera arrebatarle el arma con un golpe. Y también demasiado rápido para esquivar la apuñalada, no penetro mucho, no está diseñada para ello, aun así produjo una herida bastante profunda como para que Raúl gritara. Raúl empuja el cuerpo del desconocido que con sus escasos 75 kilos voló ante la fuerza de Raúl. Se repuso rápido, pero Raúl ya estaba preparado y la siguiente embestida fue recibida por un golpe en la cara de la pata de la mesa de Raúl. El señor cayo desmayado y escupiendo sangre.

Raúl se acerca comprueba que no va a levantarse, mira su herido hombro, busca en el bolsillo del señor y saca la llave maestra de la tienda, la que abre todas las despensas. Va a salir y se encuentra el cuerpo de Sam apoyado en la puerta abierta.

 - ¿Cuánto llevas ahí?-

 - Desde que gritaste como una niña- le responde mientras se acerca al desconocido

 - Y como no necesitaba tú ayuda pues… ¿No?- Pregunta sarcástico Raúl

 - ¡Ah! Eso era para no quitarte el momento de gloria, hombre- Coge el abre cartas

 -  Si, si… Cuando quieras ayudar avísame-

 - Claro- Habla mientras mira el abre cartas- Cuando se le arrebata el arma a un sujeto armado hay que procurar que su recuperación sea difícil- Y lo tira lejos

 - ¿También das clases de defensa personal?

Raúl coge un par de cajas de cigarrillos y Sam un zumo que sorbe mientras espera por Raúl. La puerta hacia la calle estaba cerrada.

 - No quería sorpresas aquí dentro- Se anticipa Sam

Raúl abre la puerta y sale.

 - Que putada…- Dice mientras mira al lado opuesto al que desean ir

 - ¿Qué?- Sam mientras sale- Creo que deberíamos correr… y creo que estoy en lo correcto cuando digo correr

Un grupo numeroso de esos seres está ahí parado, mirándolos. Cuando de repente corren hacia ellos. Sam les tira el zumo mientras exclama “Ni siquiera me lo había terminado” corriendo detrás de Raúl. Por suerte para ellos el Hotel estaba a la derecha de la siguiente calle que iban a encontrarse. Prácticamente los están alcanzando cuando otro grupo de esos seres se interpone entre ellos y el hotel. Sin embargo oye silbidos desde la otra acera. Era una chica joven pálida, morena, alta, no mucho más que Raúl. Les hacía señas para que entraran en un edificio, que parecía una floristería. Sin dudarlo corrieron hacia allí mientras acababan con los pocos que se interponían entre ellos destrozando sus cráneos con sus respectivas armas. La mayoría de ellos perdieron velocidad por el repentino cambio de dirección de Sam y Raúl.

 La chica les grita “¡Entrad por detrás!” mientras cierra la puerta de delante.

 - ¿Pero qué coño hace esta tía?- Grita enfurecido Raúl

 - Creo que quiere que entremos por detrás para que los bichos estos no entren fácilmente- Habla entre cortado- Su madre… no había corrido tanto desde el instituto

 - Nos queda poco- Mientras se meten en un callejón

Y allí se encuentran a la misma chica que estaba silbándoles. Que les hace señas para que entren. Para cuando los seres llegaron al callejón ellos ya habían entrado dentro, y se dispersaron.

 - Uff… Por un momento pensé que nos ibas a dejar corriendo un rato más ahí fuera- Raúl mientras recupera el aliento- Gracias, enserio

 - Os vi correr desde la tienda de allá y como parecía que ibais al hotel como muchos que ahora son esos seres- Responde la chica mientras termina de asegurar la floristería

 - ¿Cómo que ahora son esos seres?- Pregunta Raúl

 - Si… ¿No lo sabías?- La chica mira extrañada- Si te muerden te conviertes en lo que ellos son, por cierto, me llamo Amy

 - Ah… no lo sabíamos. Lo único que nos dijo la tele fue que para matarlos hay que darles en la cabeza- Responde Raúl restregándose la cara- Yo Raúl- hace un gesto con la cabeza a modo de saludo

 - O simplemente destruirles el cerebro- Corrige Sam a Raúl mientras se abre paso- Perdone, mi descortesía, mi nombre es Samuel, te agradezco en nombre de los dos el que nos hayas sacado del apuro de antes- Se presenta Sam dándole un beso en la mano

 - ¿Eres siempre así?- Pregunta Amy sonriente

 - Solo para presentarme o saludar a una dama- Le responde Sam con otra sonrisa

 - ¿Y en donde estamos?- Pregunta Raúl desde prácticamente el interior del edificio mirando al techo

 - En la floristería de mi madre- Responde Amy- Ella está arriba terminando de cocinar, estáis invitados

 - ¡Oh! No deberías ser tan amable con nosotros- Replica Sam

 - No, si hay dos inquilinos más arriba- Explica Amy mientras suben la escalera

Si quieren que continúe... Comenten, gracias por su tiempo.