miércoles, 31 de agosto de 2011

Típico Relato Post-Apocalíptico Zombie Pt-16

Esto es provocado por noches de aburrimiento... Perdón por las molestias y espero no cansarles..
 Capitulo 16º: Erase una vez…


 Caminaron calle abajo. Todos seguían a Brian, que iba el primero del grupo, parecía que él sabía por dónde iba y hacia donde iba, sin decir nada. Todos le seguían. Raúl se tambaleaba, lo seguía de muy cerca y, mientras intentaba no caerse,  le preguntaba continuamente “¿Entonces, tú eres el que nos ha llenado de mierda hasta el cuello?”. Brian hacía caso omiso a Raúl y seguía caminando y mirando para todos lados.
 - Si, Raúl- Contesta Sam con un suspiro en medio- Él es el que nos metió en toda esta mierda, pero cállate ya, macho
 Raúl lo mira y luego mira al suelo con el ceño enfurruñado. Al menos, eso produce unas sonrisas en el grupo.
 Félix, Julia y los chicos estaban atrás, ellos apenas se habían separado desde el supermercado. Y pasaba lo mismo con Amy, desde el supermercado apenas se había separado de Sam.
 Ninguno sabía a dónde iban, pero igualmente, seguían a Brian.
 - Creo que esto me suena…- Dice Sam de improvisto mirando de lado a lado
 - ¿Qué quieres decir?- Pregunta Félix
 - ¿Siempre tienes que preguntar tú, macho?- Le responde Sam con una ceja levantada
 - ¿Quieres decir que te suena el lugar o la situación?- Añade Amy justo al lado de él
 - Aunque la situación no haya cambiado mucho desde tu casa, puesto siempre que llegamos a un sitio no tarda de llenarse de esos seres y tenemos que salir por patas…- Se para de repente y baja la cabeza.
 - Somos gafes- Dice volviendo a levantar la cabeza- Aunque lo que quería decir no era eso sino que no es la primera vez que paso por aquí
 - Estamos llegando- Indica Brian
 - ¿A dónde?- Pregunta Félix
 - Al nuevo refugio-
 - ¿Qué refugio?- Pregunta Amy
 - Bueno, es de donde Ribera y yo…-
 Todos se paran para escucharlo. Y Raúl choca con el cuerpo inmóvil de Brian interrumpiendo su explicación. Raúl se cae para atrás y, antes de que todos estén mirando hacia él, ya se está levantando.
 - Estoy bien, estoy bien-  Dice mientras se pone totalmente en pie y se limpia balanceándose
 - Recuérdame no dejarte beber en medio de un apocalipsis de este tipo- Indica Sam
 - De donde Ribera y tú…- Recalca Félix volviendo al tema
 - De donde nosotros estuvimos antes de ir al supermercado-
 - ¿Por qué íbamos a ir a un sitio del que vosotros tuvisteis que escapar?- Añade Sam
 - Solo seguidme- Dice Brian volviendo a caminar
 Sam se adelanta y le pone la mano en el hombro, parándolo.
 - No seguiremos a no ser que nos cuentes todo desde el principio- Insiste Sam
 - Pero, estamos en medio de la calle. Esos seres…- Argumenta Brian siendo interrumpido
 - Me da igual. Quiero que nos lo digas ahora- Vuelve a insistir Sam- ¿De qué va todo esto?
 - Hazlo, por favor, Brian- Se une Amy a Sam
 - Terminaremos antes si nos lo cuentas ya-
 - ¡Oh, por Dios! ¿Alguien tiene un Ibuprofeno?- Dice Raúl llevándose las manos a la cabeza y sentándose en el suelo a los pies de Brian
 Brian los mira a todos, incluso a Raúl que fruncía el ceño por las molestias posteriores a la bebida en cantidad. Todos esperaban sus palabras con ansia, las ganas de quitarse algunas dudas de encima no aguantaban más. Formaban un círculo bastante ancho pero no demasiado.
 - Bueno… no me queda otra elección supongo- Indica Brian
 - Eso es evidente- Añade Sam- Pero empieza ya, macho
 - Chicos, primero debéis saber que ni yo, ni Ribera éramos simples empresarios- Dice para empezar Brian
 - ¡Oh! Vaya novedad- Interrumpe Sam de nuevo
 Amy le hace un gesto para que se calle, sin quitar la sonrisa mientras le mira.
 - Si, mi señora- Responde al gesto Sam mirando al suelo- Continua, por favor, Brian
  “Bueno… Nuestra empresa está distribuida, no solo por todo el país, sino por todo el mundo. Todavía no se a que nos dedicábamos exactamente. Pero sé que una de las cosas que hacíamos era financiar fármacos, entre tantas otras cosas. Ribera era mi jefe, pero no el jefe de la empresa, es más, creo que la llevaban accionistas mayoritarios. El caso es que ninguno sabíamos de donde venían las ordenanzas. Pero un día nos llegaron órdenes de probar una nueva arma biológica, de esas tan famosas ahora. Rivera sin dudarlo, que era un cabrón codicioso…”
 Hace una pausa y suspira.
 - Supongo que por eso había llegado a donde estaba- Añade
 Ninguno dijo nada, para que pudiera seguir.
 “Rivera acepto la nueva misión, se llevo a cabo una serie de reformas en el edificio de la empresa, no solo en el de nuestra aérea, sino en todos los edificios del país, y todos los distribuidos por el mundo. La nueva arma a desarrollar por la que la empresa se iba a llevar un gran beneficio exigía esas reformas. Y no solo se modificaron los edificios. Nos llegaron instrucciones de dejar todas las demás investigaciones, incluso las más avanzadas, incluso las que no eran sobre fármacos, todas las investigaciones se cerraron. No se sabe quien fue el que invirtió en ello. Pero era alguien muy poderoso para poder hacer todos esos cambios tan repentinos, aparte de muy rico para hacer las reformas sin queja ninguna de los dirigentes de la empresa, no solo los accionistas, sino los encargados de más alto en la jerarquía de la empresa.”
Todos están muy serios escuchando. Y de repente, Raúl empieza a tener arcadas. Se alejaron todos, deformando el círculo.
 - Me encuentro algo mal- Dice Raúl levantándose aún con arcadas
 Raúl vomita. Una sustancia que no es del todo liquida. Su color era un beis oscurecido, con tropezones y algún que otro hilito transparente que parecía flema.
 Todos se asquearon muchísimo y se dieron la vuelta huyendo de la desagradable sustancia, todos menos Raúl, que se estaba recuperando, y Sam que estaba demasiado impactado para moverse.
 - Macho… Que pasada- Dice con los dos ojos abiertos de par en par- Estas podrido
 - Pero, ahora, estoy muchísimo mejor- Añade Raúl
 - Como para no estarlo, acabas de echar el mal que tenías dentro- Aclara Sam mientras todos los miran con cara de asco
 - Ya pero, joder… No sabes lo…- Dice Raúl siendo interrumpido
 - ¡Un jodido ALIEN!- Interrumpe Sam sin dejar de mirar el vomito
 - Sam…- Intenta captar su atención Raúl
 - ¡Toda la MIERDA!- Sigue sin hacer caso
 - ¡Sam!- Grita Raúl
 Sam tose.
 - ¿Si? Dime- Mira rápidamente a Raúl
 - Ahora no me acuerdo- Y camina hacia el grupo- Perdón, por interrumpir, sigue, Brian
 - Tranquilo, solo has echado una nueva forma de vida por la boca- Dice Sam levantando los brazos
 Raúl mira mal a Sam y Brian sigue.
 “No tardaron en traer el material y en poner a todos los científicos a practicar. A nosotros nos tocaba el papeleo, yo era el supervisor, miraba lo que pasaba en la sala de experimentos, que recién habían puesto, y lo anotaba. Ribera, a veces, me acompañaba a hacerlo. Empezaron con animales. Era un arma que atacaba solo al ser humano, por suerte para aquellos animalillos. Fue ahí cuando trajeron a personas. La mayoría prisioneros, por no decir todos. Solo había una primera y única sesión. Las personas a las que se les suministraba la dosis eran atadas o encerradas en celdas de observación. Lo peor no fue tener que anotar lo que pasaba mientras le inyectaban ese extraño líquido que no habían encomendado suministrar. Lo peor era ver los efectos de esa sustancia. La primera persona a la que se lo inyectaron fue un chico que, como todos lo que traían, no tenía nombre. Ribera me encargo que estudiara al 100% el caso de ese chico. Así que después de la dolorosa inyección, seguí su cuerpo inmóvil…”
 - Que bien habla, el jodido- Añade por lo bajo Raúl agachándose hacia Sam
 Todos lo miran.
 - Ups… Perdón- Pide disculpas Raúl- Sigue…
 “Seguí su cuerpo inmóvil hasta su celda y lo observe durante horas. El efecto era muy diferente al de ahora. Tardaba más en transformar el ser que domina. Exactamente 12 horas de incansable dolor, fiebre, fatigas, y algún que otro sangrado interno.”
 - Claro… Es lo que pasa cuando te eso te está matando- Añade Sam- Perdón, sigue
 “Llego la hora de su muerte, y yo di aviso a las autoridades mayores en este caso quien sacaron el cadáver de la celda en una camilla atado. Yo me pregunte; ¿Por qué atado? Les seguí como me habían encomendado. Me sorprendí al ver que se movía después de haber muerto. En los monitores de atrás se veía perfectamente como no tenía pulso, su temperatura era realmente baja. Experimentaron con él, fueron tan crueles que tuve que apartar la mirada. Le estaban…”
 - Ya se dé que me sonaba esto- Dice Sam de improvisto y mirando al vacio por detrás de Brian
 - ¿Queréis dejar de interrumpir ya, por favor?- Pregunta Félix indignado
 - Yo no soy, es él- Señala Raúl a Sam
 - Ya decía yo porque me sonaba esto- Vuelve a insistir Sam pasando de todos y pasando en medio de ellos
 Todos siguen a Sam con la mirada y se alejan de él desde que ven al ser que silenciosamente se había colocado detrás de Brian.
 - Compañeros y compañeras… Y monstruos que vomitan muertos vivientes- Diciendo lo ultimo hace señas a Raúl- Os presento a mi primo David
  Sam dirige las señas al “bicho” que dice Sam se llama David.
 - Él vive con su familia muy cerca de aquí. Por eso me sonaba esto- Explica Sam- Es una pena… Si el esta así, supongo que todos los demás estarán igual
 Sam deja de mirar al suelo y le apunta con la escopeta que le había cogido a Amy, después de salir del supermercado.
 - ¡No, Sam!- Grita Félix- ¡Si haces…!
 Sam gira escopeta y le da con la culata en toda la frente cayendo al suelo el gran cuerpo del susodicho primo de Sam.
 - Lo siento, primo- Le remata dándole otro golpe, esta vez se oyó como el cráneo se rompía
 Vuelve a su sitio en el círculo, ahora un poco más alejado de la salida de la calle.
 Sam suspira.
 - ¿Por dónde ibas?-
 “Le estaban abriendo, inspeccionaban sus tripas. Lo peor es que no se estaba quieto, no moría, no lloraba, no gritaba, no hablaba.  Ese fue el primero. Luego llegaron más. También iban llegando nuevos cargamentos de ese líquido. Yo notaba que cada vez que llegaban nuevos cargamentos, las nuevas dosis eran más eficaces, tardaban menos en afectar al cuerpo, y los hacía no solo inmunes al dolor, sino también los hacía más fuertes, más rápidos. Así cada vez que llegaban cargamentos. Ribera parecía contento la última vez que lo vi dentro de la empresa, tenia coche nuevo, sin dudarlo él no solo veía el beneficio de la empresa, también vio el suyo cuando acepto el trato con esos accionistas mayoritarios de las armas biológicas.”
 “Lo peor vino cuando el virus había hecho a los infectados demasiado fuertes para los amarres y solo con uno fuera de control ya se desmoronó todo. El virus ya había avanzado demasiado, corría por la sangre de los infectados demasiado rápido para controlarlo, y para colmo, no solo los subestimamos aquí, en otros países también lo hicieron y ocurrió lo mismo al mismo tiempo, provocando así este desastre.”
 “Nosotros, Rivera y yo estábamos juntos cuando un ser se soltó y acabaron todos los infectados encerrados escapando y mordiendo a todos mis compañeros de la empresa. Rivera y yo escapamos antes de que la infección llegara a la calle. Llevábamos pistolas ¿Cómo? Mi empresa no solo era farmacéutica como bien dije antes. Corriendo llegamos hasta el supermercado.”  
 - Debemos llegar hasta el edificio. Conozco un sitio dentro de él al cual esos seres no habrán podido entrar, el arsenal. Por suerte para nosotros el arsenal está realmente escondido. Una empresa que crea armas no está bien vista en plena ciudad- Argumenta Brian- Ahora mismo estamos bien jodidos, Pero si logramos llegar al edificio. Podremos entrar en el arsenal y recoger toda la munición y armas posibles, también podremos pedir ayuda militar. Y otro punto a favor es que está al lado de la cafetería
 Todos se miraron y empezaron a caminar hacia donde Brian le guiaba. Según él no quedaba mucho. 


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jueves, 25 de agosto de 2011

Típico Relato Post-Apocalíptico Zombie Pt-15

Esto es provocado por noches de aburrimiento... Perdón por las molestias y espero no cansarles..

Capitulo 15º: ¿Por qué siempre nos pasara lo mismo?

 Entonces, Mairi levanta la cabeza, su cara estaba pálida y sin apenas color en los ojos y le propina un mordisco brutal en la cara a CMD y esta grita de dolor. Todos se alejan de la puerta menos Brian, que está demasiado impactado para moverse. CMD aparta a Mairi de un empujón, que se lleva consigo el cacho de cara en la boca y va hacía los brazos de Brian con una mano donde le falta un cacho de cara.
 - Brian...- Dice CMD antes de desmayarse del dolor
 - No, no, no, no- Se oye a Brian con un tono muy bajo
 Todos están impactados. No saben qué hacer. Brian deja en el suelo a CMD con ojos llorosos y se levanta del suelo. Mira al baño donde está la figura  de Mairi mirándolo con la sangre de CMD en la boca. Coge uno de los tablones de madera que habían recogido del almacén y se dirige a embestir a Mairi con él. En pleno sprint Raúl deja la botella de ron a medio acabar en el suelo y lo frena empujándolo diciendo “No te atrevas a tocarla”. Brian cae justo delante de la puerta del baño de chicas quitando la biga que habían puesto para mantener a los 4 seres que había dentro y por un error de cálculos y de ebriedad esa puerta quedó abierta y dejo salir  a esos monstruos. Brian recupero la postura y volvió junto con CMD alejándose de ellos, aunque aún tenía el tablón de madera. Raúl estaba impacto por lo que había causado. Salían lentamente, Mairi igual. Raúl retrocedió, Sam agarro a Brian y él a CMD.
 Todos estaban ahí, muertos a un lado y vivos al otro.
 Cada uno cogió un arma. Los dos chavales querían la pistola de clavos. Pero Félix se la quedo para él, así que ellos siguieron con sus palos de hockey. Julia cogió una tubería y le ofreció otra a Félix para que tuviera un arma con la que atacar de cerca. Amy fue a coger un tablón, pero Sam le dio la palanca y la escopeta. Él tenía en mente coger la pistola de CMD y el revólver de Ribera que estaban a los pies de Mairi. Raúl fue a recoger su hacha del pasillo de alcohol desapareciendo rápidamente del lugar. Ribera pedía por favor que lo soltaran, pero nadie se acordaba de él. Brian abrazaba a CMD, pero de repente esta le intento morder en el cuello. Pero Félix logró separarlos a tiempo. CMD se retorcía por el suelo intentando ponerse de pie. Y los otros parecían que iban a lanzar un ataque muy pronto pero no se movían, son seres extraños a veces te sorprenden sus actos.  Los dos chavales corrieron primero atacando a una mujer con un vestido con estampados de flores rojas que estaba en primera fila. Atacándola a la vez dirigiendo el golpe a la cabeza. Los palos de hockey se rompieron en su cabeza, mejor dicho junto a su cabeza, simultáneamente los trozos de estos palos se esparcieron por el suelo, al igual que sus sesos. Pero aún así, los dejó sin arma. Félix corre hacia ellos agarrándolos y empujándolos hacia atrás. Cada vez se iban más para atrás. Brian, Amy y Sam por un lado y por el otro, Julia, Félix y los chavales. Que caminaban hacia atrás cada vez más, llegando casi a las puertas.
 Raúl estaba desaparecido. Y encima, se habían olvidado de Ribera. Cuando se da cuenta de que él todavía sigue atado, Brian corre a desatarlo. Pero es demasiado tarde dos de esos seres ya se han lanzado a él y entre gritos Brian intenta desatarlo.
 - ¡Lo sabía, lo sabía!… ¡Por tu culpa y la de esos imbéciles moriré!- Grita con los ojos llenos de furia- Deberíamos haber tenido más cuidado, quizás no deberíamos haber aprobado el proyecto
 La voz de Ribera se apagaba poco a poco.
 - Lo siento, Ribera- Dice Brian mientras se vuelve alejar de él mientras esos seres lo devoran, arrancándole cachos de carne y mordisqueando sus intestinos- Este proyecto no debió aprobarlo nadie…  
 Los separa una línea de cajas del supermercado. CMD y Mairi estaban en esas filas de escalofriantes no-muertos. También, estaban una anciana escuálida, un joven con el mismo uniforme que CMD con su etiqueta de identificación y un señor parecido a Ribera, pero que claramente no era Ribera, pues se lo estaba comiendo que al igual que el joven del uniforme del supermercado había aprovechado la comida fácil.
 Raúl entró en escena saliendo con el hacha en manos y ebrio.
 - Mairi, tengo que confesarte algo- Dice atrayendo la atención de todos los seres
 - Mierda, Raúl…- Sale corriendo Sam
 - Te…- Empieza vocalizando un poco mal- Te quiero…
 - No, Raúl, no… Eso es el alcohol- Dice Sam mientras corre hacía él esquivando a esos seres y las vallas
 Brian sigue a Sam dejando a Amy sola, este solo da tres pasos cuando empieza a ser perseguido por el cadáver andante de CMD y la anciana escuálida también se une a la carrera pero ve en Félix un mejor manjar y cambia el rumbo rápidamente saltando por encima de las cajas. Brian corría delante de CMD y se desvió del camino tomado por Sam hacia Raúl.
 Lo que antes era Mairi se acerca a Raúl agarrándolo y casi mordiéndolo, esto hace que Raúl se impacte. Justo entonces llega Sam.
 - Nada de eso en la primera cita- Mientras empuja a Mairi contra el grupo de “bichos” que ahora corren hacía todos lados
 Sam le pega un cachetón a Raúl mientras le dice “No”. ¿Por qué le dijo “no”? Él sabrá.
 Raúl vuelve en sí. Mairi vuelve a correr hacia él. Agarra el hacha y se la clava en la frente a Mairi para impedir que volviera a acercarse otra vez, y luego dejando que su cuerpo caiga al suelo mientras lo mira con pena.
 - Lo siento, macho- Dice mientras le da unos toquecitos en el hombro
 Sam empieza a correr hacia las pistolas en el suelo pero antes de llegar, oye a Amy grita, el empleado de supermercado que estaba entretenido comiéndose a Ribera ahora estaba forcejeando con ella. Ya había utilizado los dos cartuchos de la escopeta cargados y no lo había derribado, ahora solo podía usar la palanca para defenderse. Sam abandona la idea de coger las pistolas y empieza a correr hacia Amy.
Mientras, Félix defendía a los chavales y a Julia de esa anciana escuálida, resulta que la pistola de clavos no tenía suficiente carga como para matar a uno de esos seres ni disparándole en la cabeza. Y para cuando cogió la tubería en sus manos tenía a la anciana justo delante forcejeando con él. Cada vez más pegado al cristal de la entrada, mientras les decía a Julia y los chicos que se apartaran.
 Sam recogió dos bombillas y uno de esos tubos fluorescentes sin pararse. Amy forcejeaba con ese ser que intentaba morderla. No podía hacer nada, la escopeta estaba en el suelo y sin cartuchos cargados. La palanca solo hacía de separador entre ella y ese monstruo. Sam esquivando barandillas pasa al lado del que todavía estaba comiendo de los restos de Ribera y sintió la mano del ser cogiéndole la pierna pero a pesar de que siguió corriendo no sintió tirón ninguno. Miró para atrás y ve el hacha de Raúl clavada en el suelo con la mano del ser cercenada y la cabeza debajo del pie de Raúl que lo saludaba alegre mientras arrancaba el hacha del suelo. Esto a Sam le produjo una sonrisa pero no dejo de correr.
 Llegando hasta Amy y el “bicho” que la agarraba. Sam le lanza una de las bombillas a la cabeza que se rompe sin casi ningún efecto salvo la distracción del ser que ahora miraba a Sam sin dejar de agarrar a Amy. Le lanza la otra bombilla y esta le da en la frente desestabilizándolo, Sam lo agarra del chaleco y lo empuja contra la barandilla, dejando así a Amy fuera de juego. Y  le rompe el tubo fluorescente en la cabeza haciendo al monstruo mover la cabeza bruscamente, pero sin herirlo. Sam mira el tubo, ahora roto, y mira a la cara del ser.
 - Lo siento, José, ella es mía- Dice Sam leyendo la etiqueta de identificación su chaleco y clavándole el tubo fluorescente roto en el ojo
 Sam agarra la cabeza del “bicho” y la empuja contra el tubo, oyéndose así como el tubo se rompía poco a poco dentro de la cuenca del ojo. Lo removía, la sangre del ser entraba en el tubo, bañando su cristal blanco con un rojo intenso. No dejaba de mover el tubo dentro de la cabeza de aquel compañero de CMD llamado José. El tubo no dio más de sí y se rompió dentro de la cabeza. Sam tira el pequeño trozo restante del tubo y agarra la cabeza del moribundo, posiblemente ya sin vida, y dándole la vuelta al cuerpo, la estampa contra la barandilla en la cual estaba apoyado. Cae al suelo inmóvil, ensangrentado, la cabeza totalmente aplastada y una gran parte del tubo fluorescente dentro de ella.
 Sam se limpia las manos en sus pantalones mientras se da la vuelta hacia Amy.
 - ¿Tenías una cuenta pendiente con él?- Le pregunta sonriente Amy
 - Yo no le había dado permiso para tocarte- Le responde Sam
 - No sabía que tuvieran que pedirte permiso- Añade Amy
 - Bueno…- Se queda sin argumentos Sam
 Hay un silencio con miradas de por medio.
 Se oye un rugido de la anciana que forcejeaba con Félix volviéndolos a la realidad.
 La anciana es dura, aguanta los empujones de Félix. Sam, Amy y Raúl que estaban parados mirando la masacre de Sam, fueron ayudar, todos a la vez, a Félix.
 - Se podría decir que…- Dice Raúl acercándose mientras iban hacia Félix- Le has dado luz a su vida…
 Sam se para. Entonces Amy y Raúl también se detuvieron y observaron como Sam se reía.
 - Aaay… Si- Intenta Sam recuperarse de la risa- Que bueno…
 Y vuelta a correr.
 Los chicos no estaban armados y Félix no quería exponer al peligro a Julia. Félix se gira y da totalmente la espalda a los chicos y a Julia, mirando cara a cara a la anciana y justo detrás los refuerzos. Raúl y Sam la cogen de los brazos y consiguen que suelten a Félix. Amy mientras tanto inspecciona a Julia y a los chicos, ninguno está herido. Sam y Raúl tienen agarrada a la flaca anciana y Félix agarra bien su tubería, la lleva hasta el suelo y, con energía, dirige un fuerte golpe subiendo hasta que el golpe da justo debajo de la mandíbula. Su cabeza casi se arranca del cuerpo y la sangre llego hasta el techo del golpe.
 Sam y Raúl se limpiaron la cara salpicada de la sangre de la anciana que cayó al suelo como en peso muerto desde que la soltaron.
 - Guarro que eres- Dice Sam mientras se pasa la mano por la cara
 Raúl escupe al suelo.
 - Por un momento pensé que no lo contábamos- Dice Amy tirándose al suelo
 - ¿Quién te has creído que somos, querida?- Le pregunta Sam en broma
 - Ha sido una pasada- Dice uno de los chavales impresionado por estar vivo.
 Todos observan los cuerpos y el desastre dentro del supermercado.
 - ¿Creéis que el escándalo que hemos hecho no atraerá a esos seres?- Pregunta preocupado Félix
 - Yo creo que aunque sepan que estamos dentro no podrán entrar- Intenta calmar Sam- Sus pútridas manos no podrán pasar de la cortina de metal delante de este grueso cristal
 Sam da unos toquecitos al cristal.
 De repente se oye gruñidos y gritos. Era la voz de Brian. Apareció de entre las sombras del almacén corriendo. Detrás de él, lo perseguía un gran grupo de esos no-muertos. Brian rodó por el suelo cogiendo el revólver de Ribera que seguía en el mismo sitio desde hacía bastante tiempo. Y todavía sin Sam quitar la mano del cristal impresionado al igual que todos, Brian dispara hacia delante. El cristal solo tenía un agujero y Sam había quitado la mano y todos se habían echado al suelo.
 - Coge la escopeta y vuela el seguro de la valla metálica, los demás levantadla desde que se quede sin seguro- Dice mientras dispara otra vez rompiendo así el cristal
 - ¿Pretendes abrir lo que nos protege de lo de fuera?- Pregunta Raúl
 - Va a abrirla para salir- Dice Félix preparándose para levantar la valla
 Sam corre a coger la escopeta del suelo y la recarga. Todos los demás esperan impacientes el poder salir de ahí. Faltaba poco para que Brian y esos monstruos llegaran hasta ellos.
 Sam dispara al seguro, volándolo por los aires. Félix lo levanta y todos salen. Brian salta las barandillas y pasa la valla metálica abierta.
 - ¡Cerradla, corred!- Dice mientras sale
 Félix y Raúl la cierran haciendo que esos seres se choquen con ella y dejándolos dentro.
 Una vez todo más calmado. El grupo con tres integrantes más se dirige a buscar un sitio donde resguardarse, por suerte estaba amaneciendo. A pesar de que no habían dormido, habían descansado. Aunque Raúl le empezaba a doler la cabeza.
 - ¿Por qué siempre nos pasa lo mismo?- Dice Sam elevando las manos al aire
 - Para joder, seguro…- Contesta Raúl con una mano en la cabeza
 Hubo un silencio.
 - Y… ¿Qué hacemos ahora?- Pregunta Carlos
 - Hay que buscar refugio- Contesta Félix
 - ¿Alguna idea?- Dice Brian
 - Espera, Brian…- Empieza Sam- Tú no eres un simple empresario. Tú y Ribera sabéis algo. ¿Verdad? Bueno… Él lo sabía
 - Es verdad hablasteis de un proyecto- Añade Amy
 - Y que por eso él había acabado así- Dice Félix
 Brian los mira a todos.
 - Os lo contare cuando estemos en un sitio a salvo- Dice empezando a caminar

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miércoles, 24 de agosto de 2011

Típico Relato Post-Apocalíptico Zombie Pt-14

Esto es provocado por noches de aburrimiento... Perdón por las molestias y espero no cansarles..

Capitulo 14º: Revisión de mercancías

Estaban todos en la escalera. Había luz a diferencia que en el pasillo. Aunque era una luz que parecía de seguridad, de estas que nunca se apagan. Los que más escaleras habían bajado eran Félix y Julia, que ahora Félix cubría con su cuerpo el de Julia. Luego iba Sam que solo había bajado un escalón con escopeta en mano sin alzarla y sin dejar a Amy y los demás pasar hacia las escaleras. Todos los demás permanecieron ahí entre los diálogos de los desconocidos, a la sombra detrás de las paredes. Se respiraba un ambiente en el que no todo el mundo querría estar. A pesar de que Sam y el grupo no estaban respondiendo a esa reacción violenta y armada, el señor de, mínimo cuarenta años, seguía apuntándoles con el revólver y la cajera lo miraba extraño, ella ya había bajado el arma. Los dos jovenzuelos se miraban el uno al otro.
 - ¡Deja ya de apuntarles!- Le grita la cajera- No vienen buscando bronca, Ribera…
 -  Seguro que han traído con ellos a montones de criaturas de esas- Contesta este
 - Nos aseguramos antes de…- Dice Félix siendo interrumpido
 - ¡Cállate!- Le interrumpe el señor que al parecer se hace llamar Ribera- Seguro que por tu culpa y la de tus amigotes esos zombis entrarán y nos matarán a todos
 - Te aseguro que nos aseguramos de…- Dice Félix volviendo a ser interrumpido
 - Venga ya, macho… ¿Los has llamado zombis?- Pregunta Sam
 - Sí, es lo que son. Técnicamente son muertos vivientes con lo cual pueden ser llamados…- Ribero no termina
 - Que sí, que sí, sé lo que es un zombi. Pero… ¿Te las quieres dar de moderno?- Le responde Sam interrumpiéndole
 - ¿Pero tú de qué vas?- Este agarra mejor su arma
 - Sam…- Le dice por lo bajo Félix
 - Es tu tono, macho. Eres de esos que se creen superiores a los demás, a lo mejor por tu edad, quizás el dinero. Seguro que cuando llegaste a este supermercado te auto-proclamaste líder- Sam termina con una sonrisa
 - Pero que…- Responde este impactado- ¿Quién te crees que eres? Para tu información tengo 31 años- Le dice lo último con un tono de asco y con intención de disparar
 - Oh, dios…- Dice por lo bajo Sam
 - ¡No lo hagas, Ribera!- Le dice la cajera intentando coger el arma que tiene en sus manos
 Los chicos se taparon los oídos a la vez.
 - Sam, tiene razón- Sale de entre las sombras Raúl
 - El que faltaba…- Se lleva las manos a la cabeza Félix y lo abraza Julia
 - Eres un…- Empieza desafiante Raúl
 - Hay que darle a la energía, es muy difícil mear sin luz- Dice un nuevo desconocido saliendo del baño sin darse cuenta aún de nada- Deberíamos darle al generador…- Su voz se va apagando a medida que va viendo la escena
 - Dile que pare, Brian- Le pide la cajera
 - ¿Qué está pasando?-
 - Tú colega, macho- Le responde Sam
 - Es un chulo- Complementa Raúl
 - Dios mío…- Félix abraza a Julia
 - Estos caraduras quieren matarnos, Brian- Dice Ribera sin bajar el arma
 - Pero… ¿¡Qué!?- Pregunta confuso Brian
 - Esta gente entró aquí dentro en busca de refugio y Ribera no lo quiere permitir- Le explica la cajera
 - Esta gente habrá atraído a más zombis por las cercanías, quieren perturbar la poca tranquilidad que nos queda- Argumenta Ribera
 - Ribera… Baja el arma- Le dice Brian
 La cajera se aleja, dejándole paso a Brian que camina hasta Ribera.
 - ¿Qué? ¿Te vas a poner de su parte?- Habla mientras lo mira intermitentemente sin dejar de mirar a los de la escalera
 - No me pongo de parte de nadie, pero… Son humanos, como nosotros- Le responde Brian
 - Soy tu jefe, no tengo por qué obedecerte- Dice Ribera volviendo la vista fijamente a sus objetivos
 - Nunca has usado ese término, amigo…- Contesta sorprendido Brian
 - Sr. Ribera, sé que no estoy muy enterado en el tema que se está debatiendo, pero tengo que añadir que si jerárquicamente es usted superior a su amigo, ese término queda inutilizado, solo es dentro de la empresa y puesto que…- Se entromete Sam siendo interrumpido
 - Cállate, nadie te ha metido en esto- Le interrumpe Ribera
 - Ribera, nuestra empresa ya no existe, así que no eres mi jefe- Dice mientras le apunta con la pistola que llevaba en una funda
 - ¿Qué estás haciendo?- Le pregunta Ribera vacilando con el revolver
 - Suelta el arma, Ribera- Le amenaza pegándole la pistola a la cabeza
 Ribera suelta el arma y la coge la cajera. Todos bajan de la escalera y se reúnen con la cajera, Brian y los dos chavales. Brian ata a Ribera, aunque es llegar un poco al extremo, él lo veía bien.
 No tardaron en presentarse, la cajera se llamaba Carmen Delia contó que ella era la única que, desde que empezó el desastre, llevaba ahí. Que todos sus compañeros se había ido por miedo pero ella vio seguro el lugar y, desde entonces, les había abierto la puerta a todos lo que lo necesitasen. Y luego hizo un apunte de que no la llamaran “CMD”. Aguantando la risa, explica que lo de “CMD” venia de la reducción de Carmen Delia, la C y la M de Carmen y la D de Delia. Nadie, excepto Brian, encontró gracioso lo que decía, y a decir verdad todos se daban cuenta de las miradas que había entre los dos. Después de las risas de estos dos, nadie dijo nada simplemente se miraban los unos a los otros. Y Sam fue el único que abrió la boca.
 - Están enfermos…- Dice con una voz suave, lenta y la misma perplejidad que los demás
 Raúl asiente.
 - No, no… enserio…- Sigue Sam y mira a todos- ¿De qué se ríen?
 Nadie le respondió. Y el tema quedo como en el aire.
Los dos chavales habían seguido a Brian y a Ribera desde una de las esquinas cercanas. Se llamaban René y Carlos. Estaban en su casa jugando con la consola a juegos no adecuados para su edad, con violencia, armas y muertes. Y uno de esos seres entró en la casa mato a sus padres y ellos sin saber qué hacer cogieron lo primero que encontraron en un armario olvidado y se defendieron, los palos de hockey demostraron ser más duros de lo que parecían. Dieron vueltas, buscando refugio de un lado para otro. Hasta que Brian les invitó a seguirlos, aunque Ribera no lo aceptara. 
 Brian dijo que él y Ribera eran algo parecido a empresarios. Pero Ribera tosió y Brian dejó de hablar.
 Sam y los demás contaron sus historias más que sabidas.
 Sam, profesor antes del desastre y extrañamente bipolar,  por llamarlo de alguna manera.
 Raúl, bueno, pues Raúl era Raúl.
 Félix y Julia dos estudiantes enamorados.
 Amy una simpática joven que acoge a desconocidos en su floristería.
 Y Mairi no dijo nada. Los demás explicaron que estaba muy callada desde hacía un tiempo. Pero que era buena chica, aunque tenía una insensatez digna de su edad.
 Todos se habían adaptado a sus nuevos compañeros, todos menos Ribera, que seguía atado.
 Raúl desde la presentación vio claro su objetivo en ese supermercado,  el ancho pasillo repleto de alcohol. No sabía ni por dónde empezar. Y todo esto ante la impactada mirada de Carlos y René al ver a Raúl saltar de alegría y bailar con las botellas de vodka y ron.
 Sam y Félix fueron al almacén a buscar algo que les sirva para defenderse. Puesto, solo tenían una escopeta con seis cartuchos, un hacha y las armas de sus nuevo compañeros, un revolver, una pistola de alto calibre, una pistola que dejaba mucho que desear y dos palos de jockey.
 Julia y Amy hablaban con CMD mientras veían como Sam y Félix iban en dirección del almacén. CMD les interrumpió el paso diciéndoles que, al igual que en el resto del supermercado, allí no había luz. Que ni siquiera estaban las luces de emergencia, como aquí. Brian les pasó una linterna diciendo “También sirve para ir al baño”.
 - ¿Quieres acompañarnos?- Le pregunta Félix tras coger la linterna al vuelo
 - No, tengo que hablar con  Ribera- Responde
 - ¿Te puedo ayudar en algo, Brian?- Le pregunta CMD
 - No, no, gracias- Le dice sonriente este y mirándola vergonzoso
 - Oh… Dios…- Habla Sam levantando una ceja
 Félix asiente con la cabeza y Brian da la vuelta y se pierde entre los pasillos. Él y Sam siguen hacía el almacén a los ojos de Amy, Julia y CMD. Entraron en ese almacén oscuro encendiendo la linterna, que a pesar de ella desparecieron en la oscuridad en menos que dieron tres pasos.
 Mairi interrumpe la mirada de pérdidas de las tres chicas, preguntando a CMD donde estaba el baño. CMD señala un par de puertas al lado del almacén y Mairi se dirige hacia ellas pero no da ni dos pasos cuando CMD le pone el brazo en el hombro y le dice que el baño de chicas esta inutilizado, además se nota porque la manilla de la puerta está bloqueada con un tabique de madera puesto por los, antes, compañeros de CMD. Por lo tanto debe de usar el de chicos. Amy pregunta que si no se puede usar por qué esta roto o algo de eso. Y CMD dice que no es por eso. Y a regañadientes le explica que hay cuatro de esos seres encerrados ahí. Por lo visto sus compañeros los encerraron ahí antes del desalojo del supermercado. Mairi siguió su camino con la vista cansada y sudando. Amy le pregunta si le pasa algo y ella responde que no con la cabeza mientras sigue caminando. Y entra en el baño de chicos, como le había indicado CMD.
 Mientras tanto en el almacén. Se oye un golpe muy fuerte seguido de un quejido.
 - Félix, apunta aquí- Le pide Sam
 Félix alumbra.
 - Jodida estantería- Dice Sam llevándose la mano a la cabeza- Menuda ostia me he dado
 - Oh, Sam… Mira esto- Dice Félix señalando a la estantería
 Había tuberías, una pistola de clavos, diversos materiales de construcción; madera, laminas de hierro, clavos, tornillos, etc. Había palancas, martillos. También había objetos estilo cables, bombillas, tubos fluorescentes. Pero poco más que eso.
 - ¡Un carrito!- Habla lleno de ilusión Sam viéndolo a trabes de la estantería alumbrado vagamente por la luz a trabes de esta
 - No, Sam, no- Le dice Félix negando con la cabeza varias veces
 - Solo pretendía usarla para llevar todo esto a donde están todos- Le explica Sam
 - Ah, no es mala idea-
 Cogen el carrito y cae otra estantería vacía tras quitarla, la agarran y ahora no pueden moverse porque están agarrando la estantería con el carrito interrumpiendo el paso. Aparece de la nada Amy quitando de el medio el carrito y Sam y Félix puede flexionarse y colocar correctamente la estantería en su sitio. Dándole las gracias Félix lleva el carrito a donde está la estantería con cosas. Sam sonríe y rascándose la cabeza le da las gracias, Amy lo coge de una mano y lo lleva junto con Félix, Sam no hace nada más que ceder al movimiento de Amy impresionado por el contacto físico con ella. Llegan y lo llenan con todo. La pistola de clavos, la palanca, algunas tuberías, material de construcción y a Sam se le antojó llevar también los cables y las bombillas.
 Una vez fuera se reúnen todos para ver lo conseguido. Julia vuelve a los brazos de Félix y Amy sigue de la mano con Sam. Sam desconoce el por qué, pero no se queja y mira al piso. Brian estaba muy cerca de CMD lanzándose miraditas. Los dos chavales impresionados con la pistola de clavos. Raúl estaba algo ebrio pero no dejaba de beber. En momentos como este Sam haría alguna broma y le quitaría la bebida pero una fuerza superior lo había dominado dejándolo sin habla. Brian había traído atado a Ribera para que por lo menos se integrara y lo dejo atado a una de las barandillas que rodeaban una de las cajas.
 Colocan todo el material en el suelo. Tablas de madera por un lado, clavos en una bolsa junto a la pistola de clavos, tuberías y la palanca no muy lejos, las bombillas y los tubos fluorescentes  por otro lado y los cables. Realmente, no sabían para que iban a servir estos últimos, pero Sam los trajo.
 - Mairi te voy a decir par de cosas- Dice Raúl de improvisto con un tono que dejaba que desear al igual que la vocalización
 - Es verdad, Mairi sigue en el baño- Dice CMD mirándolos a todos- Voy a ver qué le pasa
 CMD deja el círculo formado para ver las “armas” y se dirige al baño en busca de Mairi.
 - Ah, ¿no está aquí?- Pregunta Raúl un poco desorientado
 - Vaya al menos aún tienes capacidad de permanecer en una realidad donde escuchas lo que dice la gente- Añade Sam subiendo la cabeza
 - Mairi, ¡ven quiero hablar contigo!- Dice siguiendo a CMD
 - Es como un niño pequeño…- Sam se lleva la mano a la cabeza
 - Tú eras el que jugaba con el carrito- Le acusa Félix
 - Él me obligo- Dice poniendo un tono de niño inocente y traumado
 Todos se ríen. Y Amy y Sam intercambian sonrisas y miradas. Félix hacía comentarios de ello con Julia.
 - No es lo que parece- Dice Sam
 Mientras, por el otro lado esta CMD entrando en el baño seguido de Raúl.
 - ¿Se puede?- Pregunta CMD al entrar
 - ¿Esta desnuda?- Dice Raúl mirando por encima del hombro de CMD
 - Ay, Raúl…- Responde con una sonrisa que no quiere aparentar CMD
 - Vale, me quito- Se aleja de la puerta balanceándose mientras camina
  Entra y ve a Mairi en el centro del cuarto. Alumbrándose con la linterna.
 - ¿Te encuentras bien, Mairi?- Pregunta acercando la mano
 No responde. Está a punto de tocarla, cuando Mairi se levanta y la agarra con fuerza por los brazos.
 - Lo siento, lo siento mucho- Eleva la voz enseñándole el brazo muy cerca de la cara- Me agarraron antes de llegar al supermercado, no pude evitarlo, temía que me ejecutarais como a uno de ellos. Pero cada vez me encuentro peor, no aguanto mentiros, además me siento cada vez más enferma
 - Mairi… Tú…- Observa el brazo mordido- ¿Por qué no lo dijiste?
 - Me hubierais matado- Rompe a llorar
 CMD sale del baño y corre hasta el grupo, pasando de Raúl que había preguntado qué pasaba al verla correr.
 - Mairi está mal, venid- Le dice indicándoles que le sigan
 Todos la siguen mirándose los unos a los otros preocupados y preguntando. Al llegar a la puerta CMD les explica que pasa. Todos la rodean. Dejando a Raúl a la punta atrás sin ver nada.
 - (…) Está muy mal, hay que apoyarla, luego ya miraremos que haremos- Dice terminando de explicar y dándose la vuelta
 Justo detrás de ella estaba Mairi, mirando al suelo, quieta.
 - Ma… Mairi…- Dice impresionada CMD


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lunes, 15 de agosto de 2011

Típico Relato Post-Apocalíptico Zombie Pt-13

Esto es provocado por noches de aburrimiento... Perdón por las molestias y espero no cansarles..

Capitulo 13º: La compra del mes

 Quedaban apenas unos cuantos rayos de luz en la calle, incluso ya se habían encendido las luces de las farolas.  Justamente habían llegado a la pared que hace esquina con el supermercado.
 - Esperad aquí- Indica Félix señalando a la pared- Voy a mirar si  hay inconvenientes para llegar al supermercado
 Todos se pegan a la pared, para no llamar la atención. Y Félix, como era el que tenia la estrategia en mente, fue a ver cómo iba la situación ahí. No tarda ni 5 minutos en volver.
 - Tenemos suerte, sólo hay pequeños grupos de ellos alrededor del edificio podemos llegar fácilmente a la entrada de emergencia que esta por un lateral-
 - ¿Y qué hacemos aquí?-  Dice Raúl- Vamos a acabar con esos cabrones y entrar al supermercado
 - Justamente eres el único que puede ir contra ellos- Añade Sam
 - Tú también tienes arma- Dice Mairi
 - Si quieres duplicar el número de esos “bichos” que hay ahí y que seguramente nos devoren brutalmente a todos- Suspira Sam- Entonces déjame disparar con la escopeta
 - Vale, vale, ya lo pillo- Contesta Mairi
 - Entonces…- Llama la atención Raúl- ¿Qué hago?
 - Es un poco peligroso que vayas tú solo- Se separa de Julia- Mejor que vaya alguien contigo… y Sam no es el más apropiado
 Félix se dirige a un árbol y arranca una rama gruesa, la más gruesa. Y vuelve a acercarse al grupo con la rama en mano. Agarrándola fuertemente azota con ella el aire. Mientras dice “Creo, que esto servirá”.
 - ¿Vas a ir con Raúl con una rama como arma?- Pregunta impactado Sam
 - Es mejor que nada- Responde optimista Félix
 Sam se ríe.
 - No, no vayas- Le pide Julia
 - Tengo que ir, él solo, por muy fuerte que sea, no podrá- Explica Félix- Además dentro de poco será totalmente de noche y todavía tenemos que forzar la puerta de emergencia, puesto la puerta principal es más visible ante esos seres y más difícil de forzar
 - ¿Vamos o qué?- Pregunta Raúl
 - Sam, protege a Julia en mi ausencia- Dice Félix
 - Mairi, no dejare que esos “bichos” impidan tu felicidad- Le dice Raúl agarrándole la mano
 Mairi suelta un “Ah” atónita intentando soltarse de Raúl.
 - Oh, Dios… No me lo puedo creer…- Dice Sam riéndose
 Raúl mira mal a Sam y deja de reírse automáticamente.
 Raúl y Félix cruzan la esquina. Sam se asegura de que la escopeta esta cargada. Mientras se asoma a ver cómo iban. Justamente Raúl estaba cortando la cabeza de uno de esos seres con su hacha con una sonrisa de oreja a oreja mientras se manchaba de su sangre que salía despedida del brutal corte. Félix estaba justo detrás de él esperando no tener que usar su rama. Prácticamente todos los seres dispersos por todo el aparcamiento del supermercado empezaron a ir hacia ellos, cada movimiento de Raúl atraía a más de ellos. Llego un momento en que Raúl estaba rodeado y Félix tuvo que actuar. Corrió hacia un grupo que llegaba por la espalda de Raúl y los envistió con su hombro, no hizo tanto efecto como pensaba porque apenas derribó dos. Raúl parecía asustado cada vez tenía más de esos monstruos alrededor y con un arma tan pesada no podía hacer movimientos rápidos, apenas podía esquivar sus intentos de agarrarlo o sus mordiscos. Eran más de los que parecían, salían de los callejones, de otras calles, de casas del alrededor, todos atraídos por el movimiento y el ruido. Poco a poco se iban viendo más acorralados.
 - Mierda…- Dice Sam volviendo la mirada a las chicas- Cada vez aparecen más, los están acorralando
 - ¡Tenemos que ayudarles!- Eleva la voz Julia
 Sam piensa.
 - Eso sería peligroso para todos- Replica Sam- Solo tenemos un arma, ir sin armas seria un suicidio
 - Pero necesitan ayuda- Dice Amy
 - Lo sé…- Contesta Sam mirando al piso
 - ¿Qué vas a hacer?- Pregunta Julia
 - Cuando esta tu novio en peligro si hablas, ¿no?- Dice Sam levantando la cabeza
 - Pero…- Empieza Julia siendo interrumpida
 - Toma- Sam le ofrece la escopeta y los cartuchos a Amy- Cuídate y cuídalas
 - ¿Qué vas a hacer sin arma?- Le pregunta Amy preocupada siguiéndole- Acabas de decir que es un suicidio
 - Yo digo muchas tonterías- Le dice Sam- Quédate ahí, protégelas, y ya me echaras la bronca después
 Y Sam se va hacia el, ahora enorme, grupo de seres que rodeaba a Raúl y Félix que acababan con los que podían. Cabezas, brazos y otros trozos de cuerpos salían volando por golpes que daba Raúl. La rama que usaba Félix solo los tiraba al suelo y como mucho provocaba algún corte que otro. Pero aún así se agradecía la colaboración.
 Sam se alejaba cada vez más a la vista de Amy, pero justo cuando estaba llegando al grupo que rodeaba a Raúl y Félix se desvió a la derecha, desapareciendo ante Amy y las demás que le miraban desde la esquina.
 - ¿A dónde va?- Pregunta Julia
 - No lo sé, ya no lo veo- Responde Amy asomándose un poco más
 Mairi vuelve a apoyar la espalda contra la pared arrastrándose hasta el suelo a la vez que suspira.
 Cada vez el círculo que rodeaba a Raúl y a Félix se hacía más pequeño y ellos se estaban quedando sin energías. Encima Sam había desaparecido. Las chicas no sabían qué hacer, Sam les había dicho que no se movieran, pero ellos necesitaban ayuda, aparte de que si usaba la escopeta podía atraer a más de esos.
 Amy era la que tenía el arma, Julia le insistía en que fueran a ayudarlos y Mairi se aferraba a sus propios problemas, sentada en el suelo, con la cabeza entre las piernas agarrándola con sus manos.
 - Dios, Sam… ¿Donde estas?- Pregunta a la nada Amy
 - Tenemos que ayudarles- Le pide Julia
 Amy suspira después de un corto silencio oyéndose de fondo los gruñidos de los monstruos que rodeaban a Raúl y Félix.
 - Vamos- Dice dudosa Amy empuñando fuertemente la escopeta
  Julia y Amy empiezan a correr dejando a Mairi detrás. Solo dan unos pasos cuando aparece a gran velocidad Sam subido en un carrito de la compra. Entonces ellas frenan en seco y retroceden. Mientras, Sam bajaba del carrito sin soltarlo y seguía cogiendo velocidad dándole con los pies al suelo. Cada vez a más velocidad, Sam, empezaba a tararear una canción improvisada digna de ser tarareada por un escuadrón entero de caballería. Justo cuando estaba llegando al grupo que rodeaba a Raúl y Félix gira el carrito y da con él de lado a múltiples seres, tirando a la mayoría de ellos al suelo dejando un hueco enorme para que Raúl y Félix pudieran salir.
 - Caen como fichas de dominó- Dice riéndose Sam impresionado por el efecto de caída que había provocado
 Raúl y Félix reaccionan y corren a salir de ese círculo de muertos que creían que iba a ser su final.
 - Esto… ¡Vamos!- Deja de reírse y pide prisa Sam extendiéndole la mano a Raúl que salía el primero
 Raúl en lo que salía de ese cumulo de monstruos entre tirones e intentos de mordiscos. Félix le seguía muy de cerca, justo uno de los que había derribado Sam con el carrito agarro la camisa de Félix y este le dio con la rama que no hizo nada. Entonces Raúl se giró rápidamente y le dio un hachazo al brazo de aquel ser y le dijo a Félix que corriera que saliera de aquel circulo de monstruos, que con su “arma” no hacía nada. Una vez Salió Félix con el brazo de aquel ser aún agarrando su camisa y Sam se había apartado junto con el carrito. Raúl empezó a cortar cabezas, brazos, piernas y todo lo que se lo ponía por delante, aprovechando el derribo que Sam había provocado, el cual ahora estaba jugando con el carrito mientras gritaba alegre; “Uíiiii”. Félix miraba sorprendido.
 - No me divertía tanto desde que era pequeño- Llevándose la mano a la cara mientras se ríe y deja de dar vueltas
 - ¿Pues buen momento para divertirte, no?- Le pregunta Raúl terminando con esos seres que aún estaban de pie
 - Anda… Capaz me niegas que no te lo estas pasando bien ahora mismo-
 - Como me conoces- Le responde mientras le clava el hacha en la frente a uno de esos seres y le pega una patada para soltarle
 - Estas enfermo- Dice mientras se ríe
 - Esto…- Empieza Félix como intentando no molestar
 - Ah, sí, tú- Dice Sam mientras va hacia él y le pone la mano en el hombro- Ve por las chicas y corre a la puerta de emergencia con ellas y ábrela por supuesto. Esperadnos allí si no llegamos…- Hace una breve pausa- Pues ciérrala- Dice seco con una sonrisa
 - ¿Por qué siempre tenéis que ser vosotros los héroes?- Le pregunta
 - Perdona, macho, pero no soy yo el que va a abrir una puerta de emergencia de un supermercado para hacer de él nuestro refugio-
 - Pero corre, coño- Dice desde el otro lado Raúl, mientras forcejeaba con dos de esos seres
 A pesar de la ayuda de Sam y la masacre que había provocado Raúl esos seres seguían siendo bastantes.
 - Nosotros despistaremos a estos “bichos” para que no nos sigan a nuestro refugio- Levanta la mano del hombro de Félix- Contamos contigo, compañero
 - Lo haré-
 - Y protege a las chicas en nuestra ausencia- Le recuerda Sam
 Félix va a por las chicas.
 - Y así, niños, es como se motiva a un iluso para que haga lo que quieres- Dice Sam hablando solo
 - Vale, tío, me alegro- Contesta Raúl cada vez más apurado- ¿Pero qué tal si me echas una mano?
 - ¿Y qué hago?- Le pregunta- ¿Les pego tollos en la nuca?- Hace el gesto con la mano
 - El carrito, joder- Habla mientras empuja a esos “bichos” con su hacha de mediador
 - Ah… Claro- Dice riéndose y agarrando el carrito
 Claramente había muchísimos menos que antes, pero aún así seguían siendo muchos para una sola persona armada.
 Cuando Sam ya tenía en el punto de mira al grupo que atentaba contra Raúl, pasó Félix con las chicas justo detrás de él, pasaron Félix y Julia de la mano, luego paso Amy que estiro la mano para acariciar la mano de Sam. Esto hizo que Sam se sonrojara y sonriera como un idiota. Y miro al suelo. Para luego volver a mirar a su objetivo. Félix y las chicas ya habían entrado al callejón, estaban a salvo. Sam aceleró y se dirigió a los seres que forcejeaban con Raúl. Los atropelló dejando sus piernas rotas debajo del carrito, pero con sus cuerpos aún con vida. Con su movilidad limitada, Raúl, lleno de sangre de arriba abajo, agarra bien su hacha, también totalmente teñida de rojo, y corta sus cabezas. Los que aún seguían de pie y andaban lentamente hacia ellos corrieron la misma suerte.
 Entres suspiros y respiraciones fuertes.
 - Joder, pensé que no se acababa- Dice Raúl
 - Yo ya no estoy para estos trotes- Replica Sam estirándose
 - Pero si solo has dado vueltas con el carrito por aquí- Haciendo seña al aparcamiento con un círculo moviendo el dedo
 - Exacto…-
 Empiezan a andar hasta el callejón, volviendo a reunirse con todos. Menos Mairi, que no estaba.
 - ¿Donde está Mairi?- Pregunta Raúl mirando para todos lados
 - Bueno… Como habla poco desde el bar- Dice Félix- No nos dimos cuenta de que no estaba con nosotros hasta hace un momento
 - ¿¡Qué!? ¿¡Que la habéis dejado atrás!?- Da la vuelta y vuelve a atrás a buscarla seguido vagamente de Sam que intentaba agarrarle sin llegar a tocarlo
 Justamente cuando iba a pasar el cruce aparece Mairi que choca con Raúl y este la agarra, juntos caminan dos o tres pasos y Raúl tropieza con un pie de Sam. Cuando caen sus bocas se juntan, aunque no tardan en separarse. Mairi se levanta y empieza a escupir, Raúl sigue impactado en el suelo y Sam esta saltando mientras se ríe con euforia.
 Pasa un rato entre bromas y risas en las escaleras que llevaban al segundo piso donde estaba la puerta de emergencia del supermercado.
 - Ains… Entonces… ¿Subimos?- Pregunta Sam, que estaba al lado de Amy
 - Si, va siendo hora- Contesta Félix
 - Si, mejor, con el ruido que habéis hecho seguro que no tardaran en venir esos cabrones- Dice indignado Raúl
Las chicas rieron, menos Mairi, que estaba incluso más seria que antes.
Entran al supermercado. Está todo oscuro después de cerrar la puerta de emergencia al entrar, la verdad es que la escasa luz de las farolas se echa de menos. Apenas veían, y lo que veían eran puertas que parecían despachos. Iban con cuidado, no sabían si había de esos monstruos aquí dentro. Siguieron una luz, que les llevó hasta la escalera que bajaba al supermercado, acababan de entender que estaban en la planta de las oficinas y ahora iban a bajar a lo que de verdad era el supermercado. Nada más poner un pie en la escalera se oyó movimientos como de armas cargando y apuntando. Todos se pararon y miraron a su derecha, justo en la zona de las cajas había un grupo de 4 supervivientes. Un señor cuarentón con traje de corbata con un revólver apuntando, una cajera con una pistola, que la verdad, no imponía mucho y dos chavales de quizás 13 o 14 años con unos palos de hockey astillados.
 - ¿Por dónde habéis entrado?- Pregunta el señor del revolver

Si quieren que continúe... Comenten, gracias por su tiempo.